BIENVENIDOS A MI ESTUDIO EN LA WEB (QUE SE IRÁ ACTUALIZANDO MES A MES)!


Acaso hallen algo interesante en él quienes mantienen un compromiso de vida con la justicia y con la belleza.

jueves, 1 de diciembre de 2016

ALGUNAS COSAS QUE SÉ SOBRE MI MADRE, A DIEZ AÑOS DE SU PARTIDA

LA MUCHACHA PERONISTA


Primera de la izquierda, 
junto a Nora Cortiñas y las Madres Línea Fundadora


"Yo soy la descamisada,
a la que al fin se le escucha,
la que trabaja y que lucha
para el bien de la Nación".

Fragmento de canción popularizada por la inolvidable Nelly Omar
(Letra de Antonio Helú y música de Enrique Maroni)


La Maestra Nelva Alicia Méndez de Falcone tuvo la fortuna de nacer hermosa. Quizás por ello conquistó al galán que pretendía, con apariencia de mago “Mandrake”. La vida la puso a prueba desde temprano quitándole a su madre a la edad de ocho años. Criada por una tía a la usanza de entonces - que no veía con buenos ojos la recomposición de la vida matrimonial de un viudo -  , jugó a destajo con su prima y hermanas. Antes de la veintena bregó por el voto femenino junto a la Abanderada de los Humildes. Durante una primavera le arrebataron a la niña de sus ojos. Su revancha fue no sucumbir ante la pena. Nunca fue Directora de Escuela, ni Profesora - como alguna vez declaró - por sentirse más cómoda organizando kermeses con la cooperadora.


Reconociendo para la CONADEP sus sitios de cautiverio y tortura

Le gustaba hacer rosquitas, pero el  cine de terror no. Sin embargo alguna vez experimentó sobre su propio cuero el martirio de terrores más ciertos que los que suelen atribuirse a cualquier castillo medieval. Nunca hizo papelones con su dolor. Siempre bailó y cantó. Parecía una mujer frívola, porque la conmovían los culebrones, se olvidaba pronto de los disgustos y volvía al centro del ring. En una sociedad patriarcal, mi viejo la engañó “como corresponde”. Acompañó a su hombre aun sabiendo que los genocidas no la buscaban a ella. Una vez, mientras la torturaban en el Centro de Detención Clandestina “El Banco”, advirtió que sus verdugos también lo golpeaban a él, y les dijo “ensáñense conmigo, no ven que mi esposo es mayor y sufre del corazón…  


En Madrid junto al ex gobernador bonaerense Oscar Bidegain

Mi viejo alguna vez también la rigoreó para imponer su criterio. Pero esa descendiente de vascos y extremeños era dura de entendederas. Y lo amó contra viento y marea.

La Gorda Nelva encarnó como pocos aquel arquetipo de argentin@ que tan bien definió otro gordo (Osvaldo Soriano) con la frase atribuida por Favio a su "Gatica El Mono": "Yo nunca me metí en política, siempre fui peronista". 

Referente indiscutido del peronismo revolucionario, en la década del 90 llegó a ser Secretaría de DDHH del PJ de su ciudad natal. No concibiendo aquellos derechos como humanos sino sociales - acorde con la Constitución de 1949 -, recorrió las barriadas periféricas del Gran La Plata junto a compañeras como Norita Ungaro o Nora Centeno, procurando desarrollar microemprendimientos productivos tendientes a devolver la dignidad a tantos compatriotas degradados por el modelo de exclusión social. Le tocó en suerte intentarlo en una Argentina que ya no era aquella en la que los únicos privilegiados eran los niños, ni mucho menos esa otra en que construiríamos el Hospital de Niños en el Sheraton Hotel. Sufría cuando uno que otro compañero de base arrojado a la desesperación por el menemismo le soltaba: "Tía, guárdelo pa'otro que ya esté cocinado... Yo, saliendo de caño, hago mejor diferencia". 


En la isla de Solentiname (Nicaragua) 
con el sacerdote sandinista Ernesto Cardenal

Contabilizaba 79 años cuando tuve que comunicarle que su única chance de supervivencia era la traqueotomía. Y en un hilo de voz me dijo “traqueotomía ni loca”. Alcancé a informarle  el deceso del dictador Pinochet, entonces - entubada y todo - agitó los brazos eufóricamente. Juntando valor, me aterví a expresarle "vieja... si no salís de esta, quiero que sepas que ha sido un honor luchar a tu lado". Sonrió guiñando un ojo e hizo el gesto de cerrar el puño elevando el pulgar, acaso satisfecha de haber llegado lúcida a librar la última batalla.

Ocupando la trinchera que mi viejo dejó vacante, dignificó su pañuelo blanco en toda latitud de Nuestra América. También pidió el cese de persecución a los jefes montoneros, portando un megáfono casi sola en la estación de trenes de Constitución, en una época en que la mayoría de los organismos de derechos humanos adhería a la Teoría de los Dos Demonios. Soportando estoicamente el empeño familiar en preservar su dieta, murió a consecuencia de un último atracón de empanadas criollas. Orgullosa de sus hijos y en vísperas de Nochebuena. Para no joder la celebración de la fiesta que la ponía más contenta. 

Fue una mujer desaforada. 
En el amor y en la lucha por la Justicia Social.-


JORGE FALCONE
con admiración y respeto


martes, 1 de noviembre de 2016

SER SETENTISTA ES UN ACTO DE NOSTALGIA, SER REVOLUCIONARIO SIEMPRE ES JOVEN











"Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio" (Serrat)

La década que el kirchnerismo proclamó "ganada" instaló un relato desprovisto de bagaje subversivo sobre las luchas de los años 70. Dado que, como las finanzas, la memoria es un capital en disputa, los aires de cambio que soplan actualmente en Argentina retrotraen hasta al más pobre intento de revisionismo a una matriz de pensamiento explícitamente antisubversiva.

Pero... ¿qué estamos en condiciones de aportar al respecto los sobrevivientes no escarmentados de aquellas luchas, que no adherimos a la variante neo desarrollista ni a la neoliberal del capitalismo global?

Aunque much@s de sus pares lo consideren una herejía,  el autor de esta nota   considera fracasada (más que derrotada) aquella estrategia de acción directa. Porque lo segundo deja margen para conjeturar cómodamente - por ejemplo - que la correlación de fuerzas no favoreció a las organizaciones revolucionarias, pero lo primero da cuenta de algo más difícil de asimilar: El hecho de que nunca estuvo en el ánimo mayoritario de nuestro pueblo acompañar un enfrentamiento armado contra sus opresores. En caso de tener algún asidero, este planteo implica que en la región no fracasaron solamente los Montoneros o el ERP, sino el máximo exponente de la filosofía en cuestión, Comandante Ernesto "Che" Guevara.

Lo expresado hasta aquí no implica abjuración alguna de la experiencia armada - a la que por otra parte vastos sectores del campo popular avalaron sin reparos durante la larga lucha antidictatorial previa al retorno del General Perón -, sino aceptar de una vez por todas que ante el advenimiento de la última dictadura las mayorías replegaron prudentemente acentuando la exposición de los emergentes más radicalizados de aquella lucha.

Este planteo conduce a proponer una segunda herejía: La de aceptar que los revolucionarios de los 70s no fuimos otra cosa que un daño colateral - una basurita en el ojo de los genocidas -, ya que el verdadero target de la ofensiva reaccionaria fue fundamentalmente aquel sindicalismo antiburocrático puesto de manifiesto durante las jornadas de lucha de junio/julio de 1975 contra el Rodrigazo. Y cuestionarnos si  el saldo más grave de la postración nacional no es la fragmentación actual de un movimiento obrero que, pese a los embates sistemáticos del poder, aún no desborda a sus dirigencias imponiendo ese imprescindible cuan demorado Paro Nacional.

Ser consecuente con este pensamiento conduce ineludiblemente a revisar numerosos lugares comunes del ideario setentista, como por ejemplo la legendaria fuga del Penal de Rawson que antecedió a la Masacre de Trelew, e interrogarse - a la luz de esta perspectiva histórica - si la postura más atinada correspondió a l@s guerriller@s que intentaron escapar o a un sindicalista combativo como Agustín Tosco, que ante el ofrecimiento a ser de la partida adujo confiar en que la ofensiva de las masas populares lo rescataría a la brevedad de la prisión (como finalmente ocurrió en el Devotazo)

Acaso una de las máximas lecciones que el mentado fracaso deja a l@s luchadores/as del presente consiste en evitar por todos los medios caer en el sustitutivismo pequeño burgués de las grandes mayorías imponiendo su propio timing de clase a las luchas por venir, cuando este momento pareciera convocar al complejo desafío de ganar las calles para construir en unidad de acción una nueva hegemonía junto al actual sujeto social del cambio - que, con el trabajador asalariado, viene siendo el de la economía popular -, operación que habrá de cuajar cuando seamos capaces de gestar un Nuevo Proyecto Nacional.

El desafío ineludible de no analizar el presente
con matrices de pensamiento del pasado

El tránsito de un mundo bipolar a otro multipolar que viene signando al Siglo XXI condiciona a l@s revolucionari@s a analizar la realidad lejos del binarismo que  campeó durante las luchas del pasado, a los efectos de enfrentar un escenario que muestra a la más antigua guerrilla socialista de nuestro continente forzada a acordar la paz con un mandatario premiado por el gran capital, así como a una originalísima experiencia emancipatoria encabezada en Kurdistán por mujeres capaces de morir por la liberación de una Nación territorialmente dispersa.

La reconfiguración de las sociedades occidentales que otrora ejercieron disciplinamiento y hoy garantizan control enseña que la información se ha convertido en la molotov de la era de las redes sociales, como lo demuestran palmariamente los casos de Julián Assange y Edward Snowden, al punto de concluir que sin multimedios populares toda lucha social se diluye antes de capitalizar a las mayorías (como ocurrió el pasado 12 de diciembre al cabo de la convocatoria denominada Encuentro de los Pueblos, que llenó Plaza de Mayo autogestivamente con excluid@s sociales venidos de norte a sur del país... circunstancia que los monopolios mediáticos decidieron ignorar al punto de que la mayoría de l@s argentin@s desconozca si alguna vez tuvo lugar)

En consecuencia, urge revisar los presupuestos de una causa antisistémica demasiado anclada en la lucha de clases y bastante esquiva a dimensionar los dramáticos alcances de la crisis civilizatoria, disyuntiva tan bien expresada últimamente por una intelectual orgánica como Maristella Svampa: "En cuanto a la doble dinámica del capital (no sólo respecto de la contradicción capital-trabajo, sino de la relación capital-naturaleza), es claro que el gobierno actual empeora la relación de asimetría del trabajo frente al capital, fortaleciendo la opción por los mercados, y perjudicando así a distintas franjas de trabajadores de las clases medias y sobre todo, de trabajadores de los sectores populares. Al mismo tiempo, respecto de la relación capital-naturaleza se perciben continuidades, pues el nuevo oficialismo apuesta a profundizar la comoditización de la naturaleza por la vía de la expansión del extractivismo (agronegocios, megamineria, fracking, represas, urbanismo neoliberal), consolidando así la brecha socio-ambiental abierta durante el ciclo anterior". En esta fase de capitalismo global en la que el poder concentra por arriba y fragmenta por debajo, y cuyo nuevo estatuto de coloniaje viene siendo la conversión de los bienes comunes en mercancías, resulta harto difícil para el campo popular hallar la síntesis entre los presupuestos arriba descriptos.

El nuevo ADN de la Revolución

La trajinada "crisis terminal del sistema" ha venido demostrando que este aún goza de buena salud y gran capacidad de adaptación a los escenarios cambiantes de la historia, todo lo cual habilita a suponer que no será tan sencillo roer sus cimientos. El estado de conflictividad social (aún dispersa) que vivimos l@s argentin@s permite comprobar a diario - por ejemplo - que a buena parte de la masa crítica identificada con la "izquierda popular" le cuesta concebir al kirchnerismo como el mayor crédito nacional a la humanización del capital. Parece recomendable, en consecuencia, combatir el extremo sectarismo reinante construyendo espacios de confluencia porosos, y capaces de combinar lúcidamente la lucha callejera con la agitación vía redes sociales, así como - dada la balcanización del campo popular - no disputar poder en territorio enemigo antes de contar con una significativa y direccionada construcción de base.

Cierto es que ya se escuchan los cantos de sirena de un nuevo y tentador calendario electoral, y que en nuestra Odisea le viene costando mucho a Ulises eludir ese arrecife de la perdición. También que la cruda realidad de los niños humildes que ya no consumen leche, de los hogares trabajadores que han eliminado la cena, de los jóvenes institucionalizados porque una familia quebrada no los puede mantener, de las mujeres indigentes obligadas a compartir techo con su golpeador, y de la ya evidente cantidad de menesteros@s arrojad@s a dormir en calles o sucursales bancarias condiciona a barajar soluciones perentorias. Pero hoy más que nunca, para acumular poder popular, esa Revolución que no resignamos amerita el coraje de elegir la escalera en vez del ascensor de la historia. Quizá esa sea la principal enseñanza que en  2016  dejaron dos inclaudicables como "Cachito" Fukman y Raymundo Ongaro.-


JORGE FALCONE



sábado, 1 de octubre de 2016

WHATSAPPs CON FACUNDO 2.0 (SOBRE POÉTICAS DE LA REVOLUCIÓN)











Durante 1975, su último año de vida, Pasolini publicó en el diario Il Mondo un “tratadito pedagógico” en varias entregas, bajo el título Gennariello. El destinatario del texto es un joven napolitano de 17 años imaginado por el polígrafo boloñés. Gennariello ha de ser, en la fantasía de su autor, bello de cuerpo y de alma; y esto es posible por su proveniencia napolitana: “Nápoles es todavía la última metrópoli plebeya, la última gran aldea. (...) La vitalidad siempre es una fuente de afecto y de ingenuidad. Y en Nápoles tanto el chico pobre como el chico burgués están llenos de vitalidad”, escribe. Nuestro destinatario habita otro sur, su extracción social no es necesariamente proletaria ni nos anima un propósito pedagógico ni siquiera su formato remite al epistolario tradicional, pero  indiscutiblemente este encarna toda la nobleza de esa juventud argentina que, cíclicamente faenada por el poder, no deja de reproducirse incesantemente como el hígado de Prometeo, dispuesta - al igual que el héroe mitológico - a volver a repartir el fuego entre los hombres.


1 - Muertos en vela,
     descansen!
     Ahora nos toca a nosotros,
     cóctel irrefrenable
     de nuevos rebeldes
     y viejos inclaudicables.

2 - Decís bien, Facundo:
     Yo siempre pienso en mis muertos.

     Pero no desde la oscuridad
     ni eternizando un duelo
     que sólo salda el cambio social.

     Apenas desde el peregrino anhelo
     de no irme sin entrever
     la caída del gran capital.

3 - Nosotros también fuimos providencialistas.
     Amarga consecuencia del pensamiento mágico,
     nunca del dialéctico.

     Pero vivimos en tensión permanente
     entre la esperanza de una solución
     siempre oportuna del Líder
     y el desafío de pensar por cuenta propia.

4 - Algun@s militantes defeccionan porque
     el camino a la Revolución es largo y
     a menudo erosiona hasta la voluntad más férrea.
     La causa más frecuente estriba en confundir
     el tiempo biológico con el de los pueblos.
     Y perder la paciencia.

5 - Nostálgicos de aquella música,
     basta de pagar peaje
     a la Revolución tributando a los muertos!
     Esta vez con el valor
     y la abnegación no alcanza...

6 - Te han descripto con vincha, pistola y poncho,
     pregonera del alba en la noche oscura.
     Y si: Cuando caíste aún no despuntaban
     las Bases para la Alianza
     Constituyente del Mañana...

     Pero apuntalan un Boleto Educativo
     los hijos que no tendrán tus hijos,
     peldaño de esta escalera
     larga y espiralada.

7 - Si a los zapatistas dio resultado
     cubrirse el rostro para ser visibles,
     qué no lograré yo
     desde mi face y twitter anónimos,
     despojándome del sayo
     de tanta lucha frustrada.

8 - Como Grierson, como Gleyzer,
     poniendo la memoria en conserva
     con celular 4G van los nuevos,
     gestando el más inconmensurable archivo,
     hurtando de la historia
     su mejor momento.

9 - A mi no me tocó, Facundo,
     la generación de la victoria
     sino la de la lucha.

     Ni haitiano,
     ni palestino,
     ni afgano,
     la libré haciéndome tiempo
     para un asado con amigos,
     un buen polvo,
     un poema.

     He penado
     - está claro -
     pero con optimismo.

10 - Rebelde y contradictorio,
       el pueblo siempre me enseñó.
       Mi meta hay que inventarla,
       mi largada es Perón.-


JORGE FALCONE


jueves, 1 de septiembre de 2016

Inminente novedad editorial, a 40 años del fallido intento por escarmentar al movimiento estudiantil secundario

UNA NOCHE Y MILLONES DE LÁPICES
PARA ESCRIBIR MARÍA CLAUDIA
















EL ORGULLO INDESCRIPTIBLE DE HABER SIDO LO QUE SE ELIGIÓ SER

Vivo en una quinta de City Bell (Partido de La Plata, Provincia de Buenos Aires) que mi madre me ayudó a comprar aceptando oportunamente la indemnización por el secuestro y asesinato de mi hermana. Que una luchadora comprometida con la liberación nacional fuese capturada y perdiera la vida a manos de un gobierno de facto formaba parte de los riesgos a correr, pensaba mi madre. Pero que se la torturara y violara durante meses, arrojándola finalmente a una fosa común anónima ya era una canallada digna de indemnización por parte de un Estado democrático. Así pensaba. Hoy sólo salgo de ese sitio para trabajar, hacer mi cine, o imaginar nuevos rumbos junto a los jóvenes. Porque estoy muy enojado con el mundo que nos toca. Para mantener la cordura, así como para testimoniar ante las nuevas generaciones y los Juicios de la Verdad, me he tomado el trabajo de reflexionar profundamente sobre “los años de plomo”, compromiso que no  asumo como víctima sino como victimario de la injusticia.

En la era de las redes sociales, la figura de María Claudia Falcone ha venido siendo objeto tanto de devoción popular como de escarnio reaccionario. Ortega y Gasset elegía hablar de "el hombre y sus circunstancias". Para revisar el periplo existencial de aquella joven de ojos glaucos que juzgó pertinente apostar su suerte a un orden más justo para los humildes, habrá que leer la minuciosa investigación de un empeñoso periodista como Leonardo Marcote, graduado como tal en la Universidad Nacional de las Madres, que con pertinacia detectivesca - y a través de la feliz iniciativa de Editorial Nuestra América -,  se apresta a publicar una reseña biográfica con la que de seguro cumplirá un viejo y caro anhelo, brindándole a las nuevas generaciones una visión mucho más rigurosa de los acontecimientos abordados, y a la familia de la protagonista la oportunidad hasta ahora esquiva de completar un duelo necesario.

Aquí me detendré en el análisis de las circunstancias que llevaron a mi hermana a ser quien es para la mayoría de l@s jóvenes, y a reflexionar brevemente acerca de qué lección deja el legado de la generación a la que perteneció.

"SI A LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS QUE GANAN..."

En aquel mundo bipolar pactado en Yalta, buena parte de la Generación del 70 puso en acto el belicismo expresado por un líder nacional de extracción castrense:  “Por cada uno de los nuestros que caigan, caerán cinco de los suyos”, “Los vamos a colgar con alambre de fardo”, “Al enemigo ni justicia”, “La violencia en manos del pueblo no es violencia sino justicia”, “La violencia de arriba engendra la de abajo” (para muestra basta consultar el apartado “La guerra integral” del documental “Actualización política y doctrinaria para la toma del poder” oportunamente realizado por Pino Solanas y Octavio Getino: https://www.youtube.com/watch?v=K5qj3y9D1EM)

Lamentablemente, aquel pensamiento de época derrapó hacia el breve interregno democrático reconquistado en 1973. ¿Cabía entonces en 1975 apelar a la acción directa contra un gobierno constitucional como el de Isabel - López Rega? La traición al Programa del FREJULI y el asedio paraestatal de la Alianza Anticomunista Argentina nos condicionó a entenderlo así, al punto de pasar a la clandestinidad.

Ante el saqueo y baño de sangre inaugurados en 1976 consideramos erróneamente que semejante embate no tardaría en unificar a la oposición popular. Pero aquella reacción se demoró prudentemente buscando escudriñar al gobierno de facto. La moraleja resultante fue que "cuanto peor… peor".

El momento que atraviesa nuestro país justifica plenamente volver a preguntarse si hubo en la Argentina reciente más de UN terrorismo. La definición que otorga al término la Real Academia Española es:

1. m. Dominación por el terror.
2. m. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.
3. m. Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos.

Aunque no comparto la sacralización sin beneficio de inventario de una rebelión generacional fallida, estoy convencido de lo inapropiado de aplicar aquel calificativo para describir su proceder.

Pero como la memoria también es un capital en disputa, concluiremos que su abordaje quedará sujeto al devenir de la lucha política y los relatos legitimadores que esta vaya generando. Hasta que seamos capaces de construir una visión ecuánime y mayoritariamente consensuada. [

SIGLO XXI:
ANTE NUEVAS FORMAS DE DOMINACIÓN,
NUEVAS ESTRATEGIAS DE LUCHA

Referirme a mi hermana siempre me remite a la idea de que no fue ni mejor ni peor que la Generación 2.0, sino igual a la época que le tocó vivir. Y dicha circunstancia remite a un mundo bien diferente a este. Aquel mundo resultante de la segunda posguerra mundial, con un occidente bajo la influencia norteamericana y un oriente bajo la soviética, y un sinnúmero de países no alineados de Asia, África, y América Latina en lucha por su emancipación, constituyendo el llamado Tercer Mundo. Por entonces estaba muy lejos de cumplirse el vaticinio del comunicólogo canadiense Marshall Mc Luhan acerca de la “Aldea Global”, fenómeno que gracias a las TICs ha transformado al mundo en un barrio.

La larga marcha del pueblo argentino emprendida por los malones originarios, la montonera federal, la chusma irigoyenista, el movimiento libertario, y los descamisados de Perón y Evita generó hacia mediados de los años 40 una inédita experiencia de organización y fortalecimiento de los sectores populares que - con sus aciertos y limitaciones - desafió a los dueños del poder, quienes hicieron sentir su escarmiento hacia 1955. Los casi 18 años posteriores de resistencia por todos los medios  hacia 1973 consiguieron arrancar un breve lapso democrático, abortado en 1976 a causa de la radicalización de la lucha sindical y la creciente demanda de participación en el reparto del PBI por parte de la clase trabajadora. Como si nuestro pueblo hubiera ahorrado durante casi dos décadas un capital de experiencia dentro de una alcancía que el gobierno de facto vino a destruir descapitalizando nuestro patrimonio de lucha (repliegue del pensamiento estratégico, erosión del sentido de solidaridad, mengua del rigor organizativo) El genocidio atentó pues contra la materialidad y la subjetividad de los argentinos: Hubo que desaparecer a cerca de 30.000 personas para hacer desaparecer luego el plato de comida de la mesa de todos los argentinos. La democracia condicionada que sobrevino en 1983 inauguró un período tácitamente acordado entre la clase política y los genocidas en retirada, status quo sólo cuestionado a fondo durante el Argentinazo de 2001.

A 40 años del intento más feroz por postrar a nuestra Patria poniéndola al servicio de las grandes corporaciones multinacionales, este nuevo mundo multipolar nos enfrenta a inéditos desafíos: Ya no se trata sólo de que una clase social prevalezca sobre la otra, sino de tomar conciencia de que la humanidad toda, esclava del paradigma desarrollista del progreso ilimitado, peligra en su totalidad, como lo diagnostican numerosos científicos que vaticinan que a este tren de explotación de nuestros recursos naturales el planeta no duraría más de dos siglos. La latitud geopolítica que ocupamos remite a uno de los más codiciables reservorios de riqueza alimentaria de un mundo severamente hambreado. Como ocurre en estas horas con la Venezuela bolivariana en pos del petróleo, el poder imperial viene sin piedad por nuestras riquezas. Los grandes movimientos nacionales del Siglo XX han cumplido su ciclo ofreciendo lo mejor de sí, el compromiso perentorio de una nueva alternativa popular consiste en ajustar su diagnóstico de la crisis civilizatoria, estudiar el nuevo perfil del colonialismo (que tanto viene comprometiendo nuestra soberanía alimentaria, sobre todo a partir de la expansiva voracidad china), definir a la nueva oligarquía volcada a los agronegocios y el extractivismo, estudiar al nuevo sujeto social del cambio que - superada la era metalmecánica e imperando la telemática - seguramente ya no será exclusivamente la clase obrera industrial que protagonizara las transformaciones del pasado, y - obviamente -  poner en debate las viejas ideas sobre la toma del poder. En todo caso, lo más alentador quizá sea advertir a diario que a pesar de la lección más terrorífica de la clase dominante, los argentinos no nos hemos transformado en un rebaño de ovejitas, y seguimos dispuestos a RESISTIR Y LUCHAR.-


JORGE FALCONE

lunes, 1 de agosto de 2016

Desafíos de la lucha popular en la Sociedad del Control

EL GOBIERNO DE MACRI
ANTE LA HORA DE LAS BASES
















“El límite al ajuste es la respuesta de los ajustados. Y hoy los ajustados son los trabajadores en negro, en blanco, los pequeños comerciantes, los sectores de las barriadas populares, las pequeñas empresas. Estos sectores necesitan unificarse en una forma de expresión política común para enfrentar esta situación. Mientras esto no se logre vamos a seguir en este camino”.

Eduardo Lucita,
Economistas de Izquierda.

RECICLAJE DEL CAPITALISMO OCCIDENTAL
Y ANOMIA DE LA IZQUIERDA PLANETARIA

De un tiempo a esta parte el mundo conocido experimenta cambios que auguran una inminente reconfiguración. Por lo pronto, las guerras de rapiña perpetradas directa o indirectamente por los EEUU generan una significativa masa de desplazados que pone en crisis las economías europeas, toda vez que en la mayoría de los casos esta se constituye en mano de obra más barata que la de cada país, con la inevitable consecuencia de provocar una ola de xenofobia en los afectados directos, a saber, los respectivos movimientos obreros que por ende vienen convirtiéndose en la base social de procesos neoconservadores. Tal fenómeno fundamenta en alguna medida el retiro del Reino Unido de la Unión Europea, tan celebrado por el candidato norteamericano en ascenso Donald Trump, que se nutre de similares electores. Como consecuencia, esta puja mundial entre partidarios de un poder unipolar vs. globalizadores ha comenzado a replicarse gradualmente en todos los países del orbe.

En nuestra región, tanto el deshielo de la relación EEUU - Cuba (con la meta pendiente de levantar el infame bloqueo que aún padece la isla socialista), así como la firma del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, constituyen hitos indudablemente auspiciosos. Más allá de las reservas que merece - pese a la probada integridad del pueblo cubano - el nuevo estatuto del coloniaje que intentará hacer base en la tierra de Fidel apuntando a cooptar a las nuevas generaciones disconformes con la política de austeridad sostenida hasta la fecha y ansiosas por acceder a las mieles que hoy ofrece la Aldea Global capitalista. Del mismo modo que en el caso colombiano opacan el horizonte del proceso en curso experiencias precedentes en que fuera ahogado en sangre el vano intento de integración de una fuerza insurgente a la vida parlamentaria, y los zarpazos del caranchaje empresarial que - como Gustavo Grobocopatel presentando un proyecto para desarrollar tres millones de hectáreas de soja en los territorios otrora controlados por las fuerzas irregulares -, insensible a la postergación social, sólo avizora mayores ganancias que las que viene acumulando bajo el statu quo actual.

La severa crisis que atraviesan los gobiernos populares del continente y, en ese marco, el decidido realineamiento internacional de Argentina con la Alianza del Pacífico, completan un panorama que recuerda la frase de Brecht "corren malos tiempos para la lírica".

EL TARIFAZO COMO FACTOR AGLUTINANTE EN LA LUCHA POPULAR

En la escena nacional, la militancia sabe que Milagro Sala no es Norma Arrostito ni Víctor Hugo Morales es Rodolfo Walsh, pero la necesaria unidad en la acción que demanda enfrentar el mega ajuste en curso requiere confluir con adherentes al pasado gobierno neodesarrollista que no atinan ni a ensayar la más mínima autocrítica, determinando que imprescindibles debates del campo popular se sigan barriendo bajo la alfombra de las urgencias que impone la política oficial de destrucción nacional.

Es de esperar que la lucha popular vaya sincerando en las calles el rol de una "Jefa" sin vocación de opositora (a la que por otra parte ya se hace difícil mantener una clientela cautiva de jóvenes seducidos por el setentismo de bajas calorías), espejismo que oportunamente también atrajo a considerables sectores de la llamada izquierda independiente, al punto de alejarlos de su empeño autogestivo tentándolos a explorar un "capitalismo serio", cuando en el mundo entero se torna evidente que dicho sistema carece de alternativas sustentables para ofrecer a la humanidad.

En el campo sindical, las bases vienen condicionando a buena parte de esa dirigencia originalmente dispuesta a coquetear con el gobierno, lo que también se ha verificado al interior de la comunidad educativa en pleno arrastrando a la calle a sus respectivas conducciones, todo lo cual constituye un fenómeno social equivalente a ir suturando la "grieta" supuestamente generada por el gobierno anterior, que también significó el divorcio de movimientos sociales otrora piqueteros, organismos de DDHH alguna vez intransigentes, o centrales sindicales de origen común, que hoy vuelven a confluir en numerosas multisectoriales contra el tarifazo ante el embate de políticas despiadadas, como si la película de aquellos desencuentros se proyectara al revés. A ello se suman creativas estrategias de lucha como los ruidazos en ascenso o los boicots de consumidores contra las principales cadenas de supermercados, medida que ha infringido significativas pérdidas económicas a unos cuantos "pescadores de río revuelto".

Ante el anunciado proceso de unificación de las tres CGTs, renuentes hasta la fecha a convocar a un Paro Nacional que salga al cruce de la creación de casi 5.000.000 de nuevos pobres, se torna lícito dudar acerca de si se tratará de un aporte a la necesaria unidad en la lucha popular o a garantizar en cambio la gobernabilidad neoliberal.

Por lo pronto, a ello apuntan los tempranos escarceos electorales en curso, como la flamante alianza Massa - Stolbizer 2017, presta a picar en punta para ofrecer una válvula de escape a la amenaza contra la paz social que se detecta en las barriadas más humildes, donde sectores del pobrerío más infrahumano están comenzando a practicar el cuatrerismo o a cobrar peaje a mano armada para no morir de hambre.

Paralelamente, el régimen ya no apela exclusivamente a la represión legal - como quedó demostrado con la violenta incursión a cara descubierta en las instalaciones del diario Tiempo Argentino, o el provocador exhibicionismo del asesino del militante social Martín "Oso" Cisneros en el porteño barrio de La Boca -, sino a innovar "por izquierda" en sus políticas de amedrentamiento y desmovilización social.

¿HACIA UN NUEVO "QUE SE VAYAN TODOS"?

Lo cierto es que - bombardeo mediático mediante - el destape de los Panamá Papers no sacudió al oficialismo tanto como lo hizo con la oposición el valijazo del ex Subsecretario de Obras Públicas de la Nación José López, ratificando de paso que la corrupción es estructuralmente inherente a un sistema organizado para la zozobra de muchos y el éxito de unos pocos.

Contrariando la consigna - emblema del "Argentinazo" de 2001, a tres días del ballotage Carlos Zannini declaraba "Nos necesitamos todos. De aquí no se va nadie". Suena lógico: Prácticamente todo el elenco político estable y rotativo de esta democracia de baja intensidad ha desfilado por la Casa Rosada sin operar cambios sustanciales sobre el esquema de la dependencia nacional y la injusticia social. Sin ir más lejos, buena parte de las expresiones emergentes en la última pueblada subversiva del pueblo argentino fueron institucionalizadas bajo el gobierno de Néstor Kirchner para evitar un desmadre que amenazaba comprometer el bolsillo de los poderosos.

Revisando el valioso saldo de aquella experiencia, sostiene Miguel Mazzeo  en el prólogo a la reedición del ensayo De Cutralcó a Puente Pueyrredón. Una genealogía de los Movimientos de Trabajadores Desocupados, de Mariano Pacheco : "Una experiencia plebeya y con niveles inusuales de autonomía respecto del Estado y otras instituciones convencionales del poder instituido que fueron desplazados como el locus principal de la política por un instante tan intenso como fugaz. Entonces, 'experiencia plebeya' quiere decir aquí: con capacidad de construir significados políticos 'desde abajo', alejados de los conceptos y los formatos liberales. Sin delegación. Sin sustitución. Quiere decir también: experiencia constructora de subjetividades críticas en cada acción y con la aptitud de desarrollar las capacidades de auto-transformación de los hombres y las mujeres".

Aunque en el actual contexto la sociedad conserve ciertos bienes adquiridos en el anterior período de fomento al consumo - de los cuales desprenderse en caso de extrema necesidad -, los hombres de negocios hayan brindado un fuerte respaldo al presidente en la Bolsa de Comercio, y este se disponga a ensayar un "Plan Marshall" argento para contener la lucha social, puede que en un mediano plazo el desencanto creciente que padece la población respecto a la clase gobernante vaya generando sublevaciones como la que inauguró el siglo en curso: los levantamientos de barrios enteros contra los cada vez más frecuentes cortes de energía quizás constituyan los primeros chispazos de un futuro incendio. En tal caso, de no disputarse el poder real, la instancia electoral que importantes sectores de la militancia reivindican con empeño se convertirá en otra escribanía legitimadora del sistema.

Sin embargo, ante un presente demasiado complejo como para seguir mirándolo desde el espejo retrovisor, las tradiciones otrora más combativas de lucha - libertarios, nacionalistas y marxistas revolucionarios - parecieran ir encontrando en la lucha contra el mega ajuste en curso una avenida común capaz de ser transitada sumando de a poco a las históricas banderas de la liberación nacional y social otras tan contemporáneas como el categórico enfrentamiento a la minería contaminante, al uso de transgénicos, o al creciente despoblamiento del campo.

Se avecinan tiempos que - amén de recordar,  como solemos hacer, a los héroes y mártires de nuestras luchas - nos requerirán aguzar la imaginación para tronchar más temprano que tarde este festín de los dueños del país.-


JORGE FALCONE