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Acaso hallen algo interesante en él quienes mantienen un compromiso de vida con la justicia y con la belleza.

jueves, 1 de octubre de 2015

El Nuevo Ordenamiento Social del Siglo XXI visto desde nuestro barrio

EN EL MES MÁS CRUDO DE LA SIEMBRA
SIN MÁS ALTERNATIVA QUE LA LUCHA (*)
















“Lo que al perdedor le obsesiona es la comparación con los demás,
que le resulta desfavorable en todo momento.
Como el deseo de reconocimiento no conoce, en principio, límites,
el umbral del dolor desciende inevitablemente
y las imposiciones del mundo se hacen cada vez más insoportables.
La irritabilidad del perdedor aumenta con cada mejora que observa en los otros”.

Hans Magnus Enzersberger,
El Perdedor Radical.

“Pinta tu aldea y pintarás el mundo”

El nuestro no es un bolsón del Cuarto Mundo olvidado de la mano de Dios. Se trata de un barrio semi rural poblado mayormente por trabajadores cuentapropistas, que actualmente recibe la afluencia de un cierto caudal de profesionales pudientes en condiciones de adquirir terrenos para mechar el paisaje de casitas bajas rodeadas de ligustrina con sólidos bunkers de hormigón guarecidos del afuera mediante una copiosa batería de cámaras de seguridad.

La débil presencia del Estado se expresa mediante una Delegación Municipal que representa acaso la última frontera del perverso mecanismo de cooptación punteril consagrado por la democracia formal y electoralista que transitamos. Su otra expresión es la policial, constituida fundamentalmente por vecinos empobrecidos que en pos de la tabla de salvación de un ingreso mensual, se incorporan a las academias policiales para afrontar luego el desafío de vigilar o perseguir a sus parientes o amig@s de infancia, que optaron por estrategias de supervivencia ajenas al más elemental respeto por la ley. Huelga abundar sobre el status de connivencia y permisividad con el delito que tal circuito fomenta.

Salvo alguna encomiable iniciativa desinteresada en favor del vecindario (compras comunitarias, programa de alfabetización cubano “Yo sí puedo”, o ciclo de cine infantil) la presencia de la política está dada por la proliferación de emergentes naturales que - como ocurre desde hace tiempo en todo el país - en períodos electorales se ocupan de los vecinos a cambio de 5000$ (de los cuales 2000 reembolsa el partido) acercándolos a votar a cambio de una cajita de artículos de primera necesidad (azúcar, harina, aceite) distribuida durante los meses de campaña. Al cabo retornan las privaciones y penurias del día a día.

Entre dichas instituciones y la comunidad, hay burócratas de poca monta taponando la participación en el club local. Se trata pues de un conglomerado social librado a su suerte, que - apelando a una metáfora ornitológica - se divide entre horneros sobrevivientes de la noble cultura de la familia y el trabajo capaces de alzar su morada con las propias manos, y caranchos descastados que prácticamente nunca vieron a sus mayores producir lo que consumían, contingente degradado al punto de la incapacidad para ejercer siquiera el discernimiento que establecía aquella norma delictual vulgarmente contenida en la frase “donde se come no se caga”. Verbigracia: Predadores exilados de toda noción de projimidad.

Así se vive en mi lugar, que - como ya he manifestado - aún no es el Barrio Ludueña de Rosario, ni mucho menos un “área de sacrificio”. En todo caso, apenas integra la base - ni siquiera el último escalón - de una pirámide social desde cuyo vértice emana un discurso que pretende estar transitando el período más auspicioso del mejor de los sistemas posibles. Esa democracia que en nuestra latitud se inauguró sosteniendo que con ella se come, se educa, y se cura.

En materia delictiva, hasta hace poco sólo padecíamos el esporádico asedio de modestos descuidistas, pero el consumo exponencial de precarios sicofármacos - generalmente proveídos por humildes vecin@s sin otro recurso de supervivencia que el ilegal -  viene enrareciendo las reglas de juego, al punto de que recientemente padecimos un embate inéditamente virulento, más propio de un thriller de la cadena HBO que de una comunidad organizada.

Una familia integrada por un matrimonio de odontólogos y dos criaturas de corta edad experimentó en su domicilio la violenta incursión nocturna de una patota, que ingresó a la vivienda al cabo de quebrar un ventanal blindado machacándolo insistentemente con una plancha de metal. A continuación, el dueño de casa fue brutalmente castigado a culatazos, y encerrado en una habitación junto a su esposa, ambos separados de sus hijos pequeños, también castigados con rigor mientras duró el saqueo. El botín fue una pistola de defensa personal y 11.000$. Como suele ocurrir en estos casos, los medios - TN, Canal 2 y 9 - llegaron con más premura que las fuerzas de seguridad. Merced a la polvareda que el hecho levantó… los atracadores se mandaron a guardar y la zona permanece tranquila. Así es el metabolismo social en numerosas barriadas del territorio nacional. Un policía jubilado que acostumbra a obrar por cuenta propia sostiene haber entregado a las autoridades la nómina que identificaría a los diez partícipes del atraco. La promesa de las fuerzas de seguridad - que, para tener a potenciales delincuentes bajo control, aseguran haber cargado en facebook el falso perfil de una jovencita fácil de 17 años a la que la mayoría de los jóvenes marginales de la zona suben seductoras fotos suyas ostentando las armas de grueso calibre que poseen - ha sido dar con ellos y entregarlos a la Justicia en calidad de violadores, basándose en ciertos síntomas descriptos por una de las pequeñas víctimas. A la fecha, ya están adentro alrededor de cuatro.

A esta altura de nuestra reseña consideramos prudente legitimar el interrogante acerca de qué diferencia esta nota de las coberturas alarmistas encaradas por Mauro Zeta y Paulo Kablan desde las pantallas de C5N, o de las diatribas de los partidarios de la antipolítica… En relación a lo primero, nos arriesgamos a responder que la diferencia reside en la mirada holística con que aquí se intentará interpretar la dialéctica de causa-efecto respecto al cuadro descripto, y a las conclusiones a las que se tratará de arribar. A propósito de lo segundo, insistiremos en que constituye un error conceptual endilgarle status político exclusivamente a la actividad partidaria, como si el intento de visibilizar temas escamoteados por la agenda militante o mediática y promover polémicas responsables desde un pensamiento crítico no supusiese ejercer también un compromiso con el buen vivir.

Salvado lo anterior, continuaremos exponiendo las consecuencias que tuvo sobre nuestro vecindario el hecho antes descripto, lo que acaso constituya el aspecto más inquietante de esta nota, en tanto - a nuestro modesto entender - semeja un espejo capaz de adelantar acontecimientos dignos del mayor desasosiego.

Previsiblemente, los vecinos que tienen más para perder no tardaron en autoconvocarse movidos por el afán de consensuar algún método de prevención de futuros delitos, hasta donde puede saberse protagonizados por elementos marginales que conviven con nosotros. La conclusión más sensata fue constituir una red intercomunicada y abierta al diálogo, dispuesta a que aquellos semejantes que cayeron al vacío a través de una desgarrada trama social sencillamente “nos quiten de su lista”. Lo terrible en todo caso fue la circulación del rumor acerca de que en la periferia de lo razonable ya existen propietarios impacientes ante la morosidad de la ley que estarían dispuestos a impulsar un fondo común destinado a solventar sicarios capaces de “despejar” la zona en pro de su tranquilidad y la seguridad de sus bienes.

Votar es la oportunidad con que contamos los adultos para escribir una cartita a los Reyes Magos cada cuatro años

“El infierno está subiendo también entre ustedes (…), con la escuela, la televisión, lo pacato de sus periódicos, ustedes son los grandes conservadores de este orden horrendo basado en la idea de tener y  en la idea de destruir. Dichosos ustedes que se quedan tan felices cuando pueden poner sobre un crimen su buena etiqueta. A mi esta me parece otra de las muchas operaciones de la cultura de masas. Como no podemos impedir que pasen ciertas cosas, nos tranquilizamos encasillándolas”.

Pier Paolo Pasolini,
extracto de su última entrevista,
poco antes de ser asesinado.

¿Será el panorama descripto hasta aquí la exclusiva desgracia de nuestro vecindario o apenas una muestra de cuanto podría replicarse en parajes aún más castigados?

Así transcurren los días en la geografía que habitamos, mientras los medios apuntan el foco cenital del espectáculo electoral sobre unos presidenciables que sólo exhiben matices discursivos levemente diferenciados sobre la base de una probada vocación neoliberal.

Hace poco Sergio Nicanoff - académico de la UBA - escribió en el portal Contrahegemonía “En todo caso, más que en el plano político, simbólico, cultural quizás se puede hablar de fin de ciclo si se pone en discusión que el proyecto neodesarrollista, sin modificar elementos estructurales del capitalismo dependiente argentino, ha llegado a un tope”. A propósito de dicha afirmación, es motivo de controversia con adherentes al oficialismo el interrogante acerca de qué ocurriría con una convivencia tan hecha añicos en la base de la estructura social en caso de ajustes económicos capaces de generar futuras puebladas. Muchos compañer@s están ilusamente convencidos de que las medidas de inclusión impulsadas durante la “Década Ganada” dan cuenta de un escenario mucho más auspicioso que el de 2001. Superestructuralmente hablando, eso es innegable. Pero analizar la realidad exclusivamente “a través del ojo de esa cerradura” pasa por alto la naturaleza de un proceso avanzado de acumulación por desposesión favorecido por un pensamiento posibilista ajeno a toda utopía de transformación profunda: Sobre el particular, la casi totalidad de l@s candidat@s a las elecciones en curso no sabe/no contesta.

¿Será este sórdido sustrato que fermenta en la base oculta del iceberg social el verdadero y descarnado rostro de la derrota que, hasta nueva oportunidad histórica, sufrieran las expectativas revolucionarias que germinaron en los 70s?

Los enumerados hasta aquí no son los únicos interrogantes que actualmente nos desvelan. Podríamos compartir otros ligeramente más frívolos. Por ejemplo, porqué últimamente a muchos el tiempo ocioso nos halla tan fidelizados a una serie que llueve sobre mojado como The Walking Dead, si desde pequeños sabemos que 1) no hay cura para los zombis, 2) se alimentan de mortales, 3) contagian al primer mordisco, 4) son sumamente lentos, y 5) mueren si estalla su cerebro. Pues hasta el momento nuestra hipótesis más sensata estriba en que el contexto de la saga también alude a una crisis civilizatoria, y a cómo se las ingenia el animal humano en situaciones límites para diferenciarse de las bestias. Tal vez constituya entonces una buena Escuela de Cuadros para seguir creyendo que detrás del horizonte aguarda una tierra de promisión, y continuar intentando en consecuencia que nuestro mundo no se vaya a la mierda.-

A mi amigo Walter Folgerhaiter

JORGE FALCONE

(*) Estrofa del poema “Epitafio”, escrito por el revolucionario sandinista Leonel Rugama, nacido en el departamento de Estelí, Nicaragua, el 21 de marzo de 1949 y asesinado casi 21 años después, el 15 de enero de 1970, que siguió el impulso de muchos jóvenes nicas de su época ante la dictadura que consumía a su pueblo, y no tuvo suficiente con su labor como periodista, por lo que decidió enrolarse en el FSLN. Murió en combate enfrentando, junto con tres compañeros, a una tropa que pensaba estaba cercando a más hombres; cuando les pidieron que se rindieran, Leonel gritó: ¡Que se rinda tu madre!


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