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Acaso hallen algo interesante en él quienes mantienen un compromiso de vida con la justicia y con la belleza.

jueves, 1 de enero de 2015

BIOPOLÍTICA

HACIA UN PODER ABSOLUTO DEL CAPITALISMO SALVAJE



En agosto de 2013 el nano ministro de Ciencia y Tecnología disertó en Rosario desde el panel principal del XXI Congreso anual de la Aapresid (Asociación Argentina de productores de Siembra Directa) En esa entidad participan Dupont, John Deere, Nidera, HSBC, Basf, Banco Santander y obviamente Monsanto. Con esa participación confirmó que es un funcionario ligado al agrobusiness y no sólo ahora sino también desde sus tiempos como responsable del Conicet. Por eso en esa gestión anterior le hizo la vida muy áspera al doctor Andrés Carrasco, ya fallecido, denunciante del impacto de los agroquímicos y especialmente el glifosato sobre el medio ambiente y la salud. Por momentos y en el tema de la relación con empresas y bancos norteamericanos se esfuman las diferencias entre gobierno y oposición. Es lo que pasó en la 11 edición del Council of Americas que deliberó en Buenos Aires. A ese grupo Rockefeller fueron a rendirles pleitesía Mauricio Macri y Jorge Capitanich. El primero para recordar que quiere pagarles a los "fondos buitres", y el segundo para darles la noticia del acuerdo con la multi Petronas para sumarla a Chevron en Vaca Muerta.

Inflación del sujeto

La filosofía que rige al occidente capitalista piensa el mundo desde la autoreferencialidad de nuestra especie. Así, instalando al sujeto humano en el centro de nuestro imaginario, este tendría derecho a enseñorearse sobre la naturaleza en tanto objeto, y someterla a su arbitrio. Tal noción justificaría desde la explotación indefinida de un yacimiento, sin prospectiva ni recaudo alguno respecto de su rendimiento, hasta la desforestación masiva y consecuente depredación de un humedal basada en la lógica miope, cortoplacista, y canalla de una rentabilidad que siempre se conjuga en tiempo presente, desentendida del saldo ulterior de desastre socioambiental que heredarán las generaciones venideras en un momento de la historia humana en que por primera vez en mucho tiempo la ciencia aventura - a este tren - un plazo no mayor de dos siglos de supervivencia para nuestro planeta.

El mundo periférico como laboratorio de las corporaciones multinacionales

Según Michel Foucault, el desarrollo del biopoder y sus técnicas constituyen una verdadera revolución en la historia de nuestra especie. Y eso ocurre porque la vida está completamente invadida y gestionada por el poder, lo que fue fundamental para la expansión del capitalismo al crear los dispositivos para la inserción controlada de los cuerpos en el aparato de producción y mediante un ajuste de los fenómenos de población a los procesos económicos” que generó una expansión inaudita de la acumulación de capital.

En tal sentido, el pensador francés distingue dos técnicas de biopoder surgidas en los siglos XVII y XVIII; la primera es la anatomopolítica que se caracteriza por ser una tecnología individualizante del poder, basada en el estudiar el comportamiento de los individuos y su cuerpo con el fin de anatomizarlos, verbigracia, producir cuerpos dóciles y fragmentados. Ello se basa en la disciplina como instrumento de control del cuerpo social penetrando en él hasta llegar hasta sus átomos; los individuos particulares. Así, vigilancia, control, incremento del rendimiento, multiplicación de capacidades, emplazamiento, utilidad, llegan a encontrar su paradigma en el fordismo y el taylorismo. El segundo grupo de técnicas de poder es la biopolítica, que tiene como objeto a poblaciones humanas, conjuntos de seres vivos regidos por procesos y leyes biológicas. Esta entidad biológica posee tasas mensurables de natalidad, mortalidad, morbilidad, movilidad en los territorios,  que pueden utilizarse para controlarla según se determine. Desde la perspectiva descripta, el poder se materializa y torna menos jurídico, ya que ahora y de este modo debe tratar respectivamente con el cuerpo y la vida, el individuo y la especie. El punto de articulación entre ambas técnicas radica en el control de la sexualidad como mecanismo de producción disciplinal del cuerpo y la regulación de poblaciones.

Lo que no tiene precedentes es que lo biológico se refleja en lo político, determinando que nuestra vida entre de lleno en la modernidad, ya que los humanos, en función del poder que nos rige, jugamos nuestra vida en la política. Los efectos del biopoder han determinado que las sociedades se volvieran normalizadoras utilizando como instrumento la ley. Peligrosamente, las actuales resistencias ingresan al campo de batalla que las estrategias descriptas crearon, centrándose en el derecho a la vida y al cuerpo… en detrimento de otras  históricas banderas de lucha.

Recapitulando, la biopolítica permite a determinado régimen intervenir sobre poblaciones enteras pasando por sobre la soberanía de los Estados - Nación. De manera que, mientras el Banco Mundial sostiene estar luchando para resolver los problemas del hambre, de la pobreza y de la exclusión social, simultáneamente se ocupa de financiar corporaciones trasnacionales, presiona para la privatización del agua, del aire, de los territorios, de la cultura, en fin, del genoma humano.

Clonación y transgénesis: No nos patenten la vida

A partir de los beneficios que generaron las revoluciones en el campo de la física y la química, las biotecnologías se constituyeron como tecnologías matizadas por un carácter tan abarcador que muchas veces nos asombra su alcance.

Un inconveniente frecuente de la tecnología actual de transgénesis es el carácter aleatorio de la integración del ADN extraño. A consecuencia de ello, cada animal tiene un genotipo distinto, lo que provoca inevitablemente niveles de expresión imprevisibles y desiguales. Además, no todos trasmiten de modo estable su conjunto completo de transgenes. Por consiguiente, es necesario generar varios animales de este tipo, mantenerlos y evaluarlos simultáneamente a fin de conseguir un buen animal de producción. Un inconveniente tecnológico actual es el tiempo que se requiere para generar un rebaño transgénico de producción (de tres a siete años), especialmente con especies de animales de gran tamaño.

Apenas los científicos del Instituto Roslin de Edimburgo crearon a la oveja Dolly, comenzaron a asegurar que nadie iba a aplicar jamás dicha tecnología en los seres humanos. Presionados para que respondieran si la clonación humana era lo que venía a continuación, comentaron lo inmoral, ilegal e inútil que sería un paso así. Pero mientras tanto, el diario The Guardian de Londres decía: “Cosas inútiles, inmorales e ilegales suceden todos los días. En el caso de las bombas nucleares, las potencias nucleares han controlado más o menos la proliferación, en parte porque Estados Unidos mostró en Hiroshima y Nagasaki los horrores que puede provocar la bomba. El tabú ante las armas biológicas sigue vigente. Y con algunas excepciones, las armas químicas también han permanecido bajo llave, por lo menos desde los horribles ataques con gas mostaza de la Primera Guerra Mundial. ¿Hará falta producir unos cuantos desastres con la clonación humana para que se instaure su prohibición?

A pesar de la firma por varios países de un tratado de prohibición de la clonación en humanos, existen evidencias de los esfuerzos que realizan determinados investigadores en aras de aplicar esta tecnología con afán individualista y mercantilista: por una parte, un proyecto sobre clonación de seres humanos comenzó a ser financiado en Rusia por un consorcio de instituciones y empresas privadas, según manifestó Alexei Mitrofanov presidente de la Comisión Geopolítica de la Cámara de Diputados, quien manifestó, además, que el gobierno de Moscú debe abstenerse de firmar una Convención Internacional que prohiba la clonación de seres humanos e indicó que los financistas del proyecto esperan obtener ganancias multimillonarias; por otra, el científico norteamericano Richard Seed, aseguró en Atenas, que la clonación de seres humanos es inevitable: ”si no hago yo la clonación de seres humanos, la efectuarán otros, y si no se lleva a cabo ahora, se hará más tarde”. Indicó que continuará con sus experimentos en México u otra parte del mundo, ya que en Europa y Estados Unidos están prohibidos.

El físico y escritor británico Charles Show afirma:”Nosotros creamos los instrumentos, mientras que ustedes, todo el resto del mundo y ante todo, los líderes políticos, tienen la obligación de preocuparse del uso que se hace de ellos. Estos instrumentos pueden ser utilizados con fines que la mayoría consideramos inmorales. Eso, por supuesto, es una lástima. Pero como científicos no nos importa”.

Como puede advertirse, una de las características actuales del sistema científico internacional es su extrema globalización y polarización. Es evidente que un grupo reducido de naciones desarrolladas concentran la inmensa mayoría de las capacidades creadas en estos campos, lo que tiene importantes consecuencias en las relaciones internacionales. El poder y el dominio del Norte frente al Sur, de los desarrollados frente a los subdesarrollados, se apoya en gran medida en su potencial científico y tecnológico. Esto se agrava porque buena parte del desarrollo científico-técnico es funcional a las necesidades de la producción y el consumo de los países desarrollados y no se orienta a la satisfacción de las necesidades humanas básicas de los pueblos del planeta. Sin ir más lejos, las patentes del ADN crean monopolios en los organismos vivos. Patentar formas de vida no es ético porque: Promueve la biopiratería, transforma las formas de vida en acciones de Wall Street, obstaculiza la libre investigación científica, destruye el sostén económico de las naciones en vías de desarrollo, condiciona la evolución acorde a los caprichos de los bancos y las corporaciones.  Mientras los medios de comunicación alienan a mucha gente y neutralizan gradualmente su pensamiento crítico, ocurren ciertas cosas muy parecidas a un Protocolo de Extinción.

Cyborgs del Gran Hermano

Cumplimentando la prospectiva de convertirnos en cyborgs, acaba de irrumpir en el mercado una nueva generación de dispositivos  - anteojos, relojes, pulseras o anillos, todos etiquetados como “inteligentes” - bautizada wearable technologies. Tecnologías que se llevan puestas, como una prenda o un complemento. La gran apuesta pasa por la llegada de Google Glass, unos anteojos desarrolladas por Google. Se controlan con comandos de voz y superponen, en la visión normal del usuario, una pantalla con información. También incorporan una cámara. “Nos devolverán una mano que nos han quitado”, explica Julián Beltrán, CEO de Droiders, una empresa que ya dedica más del 50% de su esfuerzo a desarrollar aplicaciones para ellas. Todavía no se sabe cuándo saldrán al mercado, aunque el buscador confirmó que es inminente.

No sé si revolucionarán el mundo, pero sí algunas industrias”, sentencia Pedro Diezma, CEO de Zerintia. Su compañía ya desarrolla aplicaciones que aprovechan tales capacidades. Entre ellas hay una guía turística - que te dirige por las calles, te muestra los lugares de interés y las indicaciones pertinentes - y una app de coctelería que te guía por los distintos pasos para preparar un trago. “También le vemos mucho potencial como herramienta para mejorar la eficiencia empresarial”, dice. A fin de cuentas es un dispositivo que permite enviar y recibir información sin bloquear la vista, sin cables, y que deja ambas manos libres.

Hasta aquí pareciera tratarse de desarrollos amigables y destinados a optimizar nuestra exigencia, aunque alguna variante de los mismos lo desmienta, como en el caso de la propuesta alemana, Proglove: Un guante pensado para aumentar la productividad de las cadenas de montaje. Cuesta un 50 por ciento más que los que se usan en la actualidad, pero permite saber el nivel de fatiga del trabajador, si ensambló bien una pieza, si hace mal algún movimiento o, incluso, si debe descansar para evitar tener un accidente. Ya se está usando como experiencia piloto en BMW.

La dictadura meteorológica

Muchos conocemos el fenómeno llamado "Chemtrails". En Argentina es permanente la circulación de aviones blancos o grises sin identificación que trazan anchas estelas sobre el cielo durante grandes períodos de tiempo. Algunos lo vinculan con el aumento de fuertes sequías, enfermedades respiratorias, crecimiento de ciertos cultivos transgénicos, etc. Pero no sólo sería usado para modificar el clima... 

Los cielos de todo el mundo se han tornado muy raros, personas de toda latitud denuncian que hace 10 años que los cielos no son normales y reclaman una explicación con el correspondiente silencio de los gobiernos. La guerra climática es una realidad. Vivimos en una década donde ya no es un secreto que los huracanes, la falta de lluvias y las temperaturas atípicas están a la orden del día, provocadas mediante ondas electromagnéticas desde las que llaman antenas de telefonía móvil que se conducen a través de lo que los aviones fumigan a la atmósfera haciéndola densa, irrespirable, con un olor a quemado extraño que nos intoxica y modifica nuestro clima.  Basta con observar el propio cielo a diario, tener memoria, y comparar con las fotos de décadas precedentes para alertar que algo raro les sucede. 

¿Estarán induciendo el cambio climático a través de fumigaciones que aumentan el efecto invernadero, exterminan la vegetación del planeta y crean una atmósfera conductora mediante los metales que fumigan (aluminio y bario)? Parecería que con la excusa del trajinado cambio climático ahora pueden hacer lo que quieran con nuestro planeta. Fumigar azufre que provoca incendios, verter partículas de hierro al mar y poner en peligro todos los ecosistemas, fumigar el planeta, o usar tecnología de radiación para modificar el clima. En todos los países de mundo se presenta un fenómeno similar, son fumigados por aviones militares. Se han hecho estudios de las substancias que se han dejado caer sobre la tierra, afectando con ello los campos, personas y animales y los resultados no son para reírse. Los baños químicos vertidos en la atmósfera provocan extraños cambios climáticos y efectos sobre las personas, como alergias, dolores de cabeza, picazón de los ojos etc. Hace poco Inglaterra desclasificó documentos que declaraban haber fumigado diferentes partes del país, y sobre su población, durante casi 30 años, para experimentar el uso de la guerra química y bacteriológica. EEUU confiesa en un documento haber experimentado con sus propios soldados con armas químicas y biológicas, por lo cual esto que está sucediendo no debiera asombrarnos.

Los inventores de las pestes nos venden su antídoto

Algunas plantas de probada eficacia curativa en la lucha contra el Ébola, como la Garcinia Kola, utilizada popularmente por numerosos curanderos, no ha recibido la prioridad que debería por parte de una Organización Mundial de la Salud, más interesada en mantener un continente enfermo y dependiente, que en curar enfermedades poco rentables para la industria farmacéutica, la misma que precisamente domina económicamente y mafiosamente  este organismo.

Lo mismo ocurre con la Artemisia Annua para la Malaria. Intereses concentrados impiden que este conocimiento popular se conozca, recomendando a todos los países el uso exclusivo del medicamento de Novartis, COARTEM, obtenido a partir de esta planta a un precio de 50 a 60 Euros, prohibitivo para cualquier africano. Tal restricción resulta criminal si se considera que además es una  planta extraordinaria  que  potencia el sistema inmunitario, tan necesario para vencer enfermedades víricas como Ébola.

No son pocos los que consideran que se ensaya otra maniobra de creación de pánico como la que se desarrolló con la Gripe A. Para ello  el departamento de Defensa de EE UU y Monsanto están trabajando sobre  una vacuna que puede ser peor que la enfermedad. Ya no sorprende que manipulando la industria farmacológica pretendan someter a poblaciones enteras: Cualquiera que haya visto la última versión del filme “Las tortugas ninja mutantes adolescentes” advertirá que ni siquiera se ocupan de ocultarlo.

¿Magnicidios químicos?

La nanotecnología puede ser la nueva revolución tecnológica. Hay varias corporaciones civiles del negocio de la salud como el Instituto Memorial Battelle, a la cabeza de laboratorios de EEUU, y el Foresigth Institute. Aparte de dependencias militares que realizan estudios como DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency o Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa), que produce nanomáquinas para emplearlas en hostilidades bélicas y en la seguridad nacional. En la actualidad los Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y Alemania sobresalen en nanotecnología, luego le siguen China, Canadá, Australia, Rusia India. Los intereses son tan extensos que la ofensiva por lo imperceptible conduce a un ascendente desafío entre las naciones por el perfeccionamiento de la nanociencia. 

Las autoridades del “Primer Mundo” asumen resueltamente la cuestión, mediante el liderazgo de Estados Unidos que invierte millones de dólares en la National Nanotechnology Initiative (Iniciativa Nacional en Nanotecnología). La influencia del Pentágono en la nanotecnología es progresiva, se reparte la cuarta parte del presupuesto total de la NNI. Se considera que la nanotecnología militar en EUA gasta cerca de la mitad del presupuesto público total y organiza la trayectoria de los inventos nanotecnológicos de índole castrense, como el micro robot, microarma inteligente que al ser respirado por la persona va a la caza de códigos genéticos, además es preprogramado para que se autodestruya en algún sitio conveniente del cuerpo (como el cerebro). El nano/micro-cyborgs es una poderosa arma químico-biológica, impalpable y eficiente en la neutralización micro y macroscópica del enemigo, sea en la guerra convencional o en la silenciosa. Y sus creadores no vacilan en ensayarlo contra los que ellos señalan como “terroristas” o se oponen a su estilo de vida.

Con la ingeniería molecular se diseñan armas espantosas y efectivas. Por ejemplo el insecto más diminuto mide alrededor de 200 micrones: Así puede ser el volumen de un arma inteligente, el nanobot antipersona, dirigida con cámaras y detectores del calor corporal, analiza el ADN y genera desorden celular como la metástasis.  Creada por la nanotecnología, es idónea para ubicar, atacar y envenenar a seres indefensos que eligen como objetivos políticos y militares. Son nanoestructuras que trasladan sustancias insalubres como el carcinógeno y otros virus.

Por ejemplo, la dosis letal de la toxina botulismo es de 100 nanogramos, en otras palabras 1/100 el tamaño del artefacto con forma aproximada de mosquito que pudo haber sido utilizado contra el líder de la Revolución Bolivariana con su carga maligna de carcinógenos químicos. ¿La descargó en el café que bebía constantemente?, ¿en el alimento? o ¿quizás lo inoculó mientras estaba en algún lugar propicio o durmiendo?

El cáncer como arma de guerra se experimenta desde hace varios años, con la capacidad de producirlo para que sea definitivo y sin posibilidad de curación. Por lo que algunos elementos quimioterapéuticos provocan la muerte celular de generaciones posteriores a su administración pero continúan multiplicándose por división celular.

Sin duda que son situaciones de violación de los derechos humanos y de la soberanía, de intimidación, opresión, hegemonía, injerencia, desestabilización y que perforan el viejo concepto de seguridad nacional. Además se interpreta como el primer ataque o fase inicial en la estrategia del plan bélico para cambiar el equilibrio de poder en un futuro inmediato y demostrar el alcance omnímodo de la globalización imperial.

En lo que va del Siglo XXI, la sorpresiva muerte de líderes como Yasser Arafat o Hugo Rafael Chávez Frías sólo despertó la sospecha de magnicidio en el seno de sus respectivos pueblos. Pero a la luz del alarmante panorama descripto valdría la pena que los pueblos en lucha por su emancipación asumiéramos más temprano que tarde que la política imperial no reparará en echar mano a los más inescrupulosos y sutiles métodos capaces de abortar cualquier alternativa esperanzadora para las naciones del mundo, dispuesta a preservar cada vez más la integridad de sus marines monitoreando a distancia sus planes de exterminio, todo lo cual urge revisar nuestros perimidos conceptos de Soberanía y Defensa. A propósito de ello merece revisarse una y otra vez el profético legado del General Perón - uno de los máximos estadistas americanos del Siglo XX -, quien el 6 de noviembre de 1973 afirmaba ante periodistas alemanes: “los países superdesarrollados son los ricos del pasado, y aquellos que poseemos las grandes reservas de elementos naturales, de subsistencia, somos los ricos del futuro. Pero pensemos también que siendo nuestra esperanza, es también nuestro mayor peligro (…) Eso nos lleva a la necesidad de unirnos, los que no somos ni poderosos ni fuertes. Por eso es que aspiramos a concretar la integración latinoamericana. También aspiramos a integrarnos en un Tercer Mundo para organizarnos, prepararnos y defendernos”.-



JORGE  FALCONE