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Acaso hallen algo interesante en él quienes mantienen un compromiso de vida con la justicia y con la belleza.

lunes, 1 de diciembre de 2014

ANTE LOS INDICIOS DE UN CAMBIO DE ÉPOCA

1973-2003: ¿VOLVIMOS?


“Este último capitalismo puede asumir muchas formas y puede llegar a estar presente tanto en Rusia como en China, en India o Sudáfrica, o sea, en los llamados Brics. El fin de la Guerra Fría histórica no fue sólo el fin del socialismo en su versión histórica; fue también el fin de la socialdemocracia europea, la única existente en ese momento, porque a partir de entonces el capitalismo ya no se sintió obligado a sacrificar su lucro inmediato para garantizar la paz social, siempre amenazada por la existencia de una alternativa potencialmente más justa. Entonces se declaró, solemnemente, el fin de la historia y la ausencia de alternativas al capitalismo neoliberal. Así fue cómo la Guerra Fría desarmó a la socialdemocracia europea. Pero, paradójicamente, hizo posible la emergencia de la socialdemocracia latinoamericana”.

Boaventura de Sousa Santos,
Doctor en Sociología del Derecho, universidades de Coimbra (Portugal) y de Winsconsin (EE.UU.)

“Oh, circunstancias,  ¿cuándo dejaréis de ser la excusa de los cobardes?”.

Bernardo de Monteagudo,
abogado, político, periodista, militar y revolucionario argentino.


Sobre el enfoque y las pretensiones de esta nota

Los lectores de este blog ya lo saben: Su administrador no es kirchnerista. No cacarea contra la "corpo mediática" pero dejó de pagar sin previo aviso a CableVisión y sólo ve Televisión Digital Abierta. No alardea con los 70s ni cobró ninguna indemnización como "exilado", cuando - en honor a la verdad - salió del país para entrenarse y volver a combatir a la dictadura en mejores condiciones. No se llena la boca con los "fondos buitres" ni compra dólares en ninguna cueva. En fin, no le parecen una panacea los "precios cuidados" ni enriquece a ningún Wal-Mart...

Opina humildemente desde el minúsculo status ético que brinda su empeño en producir autogestivamente bienes culturales destinados a impulsar debates estratégicos actualmente ausentes en la mayoría de las agendas militantes.

Y lo hace desde la profunda preocupación que genera este escenario regional donde gobiernos pretendidamente progresistas arriesgan su turno electoral con adversarios aún menos dispuestos a cuestionar la hegemonía del capital transnacional en las economías periféricas. Se trata pues de problematizar aquí  la interpretación de las alternativas que ya se otean en el horizonte político argentino. Comencemos revisando con qué presupuestos se arribó al contexto en cuestión.

Del Socialismo Nacional al Capitalismo en Serio

En nuestro país la última ofensiva popular que contó con una estrategia de poder  ("Luche y Vuelve") fue protagonizada por hijos de una modernidad dependiente asomados a la militancia en aquel mundo de valores binarios pactado en Yalta. Acaso uno de sus máximos méritos haya consistido en identificarse con la no alineación a las grandes potencias de entonces ensayando un tercer camino entre la imposible humanización del capitalismo y la sumisión a los mandatos del socialismo real. El fin del ciclo expansivo de la economía y el nuevo orden mundial emergente encontró a aquella experiencia atrapada en su propia sinergia con una visión teñida por los paradigmas que iban caducando. En efecto, el esquema  desarrollo - subdesarrollo vigente por entonces se asimilaba a la contradicción modernidad - atraso. La traumática readecuación del país al concierto internacional dominante, perpetrada apelando a una inédita ingeniería represiva que puso en acto las más atroces y eficaces metodologías de contrainsurgencia ensayadas en el planeta, no dejó apenas un saldo material de devastación socioeconómica sino también otro menos perceptible, consistente en el vaciamiento de patrimonio experiencial de los sectores populares, acaso equivalente a una lobotomía social. Resulta difícil de entender la escasa voluntad de cambio que exhibe la democracia que transitamos -  económica y culturalmente condicionada por los centros de poder mundial - si no se la considera como consecuencia directa de la causa anteriormente expuesta: El sistema invirtió todo su potencial en clausurar nuestro horizonte de transformaciones radicales.

Se ha gastado bastante tinta en analizar cómo la crisis del neoliberalismo (1996/2002) encontró al campo popular recomponiendo fuerzas pero sin haber alcanzado a generar una nueva estrategia de poder capaz de ocupar el vacío institucional de aquellos ajetreados días ("Que se vayan todos") La secuela de desconfianza en la partidocracia tradicional no tardó en viralizar nuevos movimientos sociales a lo largo y ancho del país. Respondiendo a modelos sujetos a las respectivas historias y diversidades culturales, el poder se recicló en todo el continente generando alternativas que, sin modificar sustancialmente los presupuestos básicos de la matriz productiva, canalizaron el auge de aquel fenómeno de masas hacia su institucionalización, apelando a opciones de apariencia progresista. Así fue como se tornó posible que, mientras una flamante generación militante celebraba la derrota del ALCA, se extendiera silenciosa y fatalmente el desierto verde de la soja, a la vez que desde oriente una nueva e impensada potencia colonial desplegaba sus intereses en la región amparada en la peligrosa noción remanente de que es ajena al mundo capitalista.

En su reciente ensayo "Maldesarrollo. La Argentina del extractivismo y el despojo", la socióloga Maristela Svampa y el abogado ambientalista Enrique Viale profundizan agudamente este diagnóstico: "... más allá de las diferencias entre los regímenes políticos hoy existentes, el 'consenso' sobre el carácter irresistible de la inflexión extractivista terminaría por funcionar como un umbral u horizonte histórico-comprensivo respecto de la producción de alternativas, suturando de este modo la posibilidad misma de un debate. La aceptación - tácita o explícita - de dicho 'consenso' contribuye a instalar un nuevo escepticismo o ideología de la resignación que refuerza, en el límite, de 'sensatez y razonabilidad' de un capitalismo progresista, imponiendo la idea de que no existirían otras alternativas al actual estilo de desarrollo extractivista. En consecuencia, todo discurso crítico u oposición radical terminaría por instalarse en el campo de la antimodernidad, de la negación del progreso o simplemente de la irracionalidad y el fundamentalismo ecologista".

El ideario productivista de la mayoría de las fuerzas de izquierda, basado en la explotación indefinida de los recursos naturales - claramente expresado por el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera cuando habla de “desarrollo con tensiones” - no sólo contribuye a sostener una cartografía política perimida ante el nuevo esquema de poder y saqueo de las corporaciones trasnacionales, sino también a asimilar el sistema con la naturaleza, desviando el potencial rebelde de buena parte de la juventud comprometida de la posibilidad de ensayar alternativas antisistémicas de desaceleración de la economía y genuina búsqueda del "Buen Vivir" de los pueblos. En su artículo, "Paradigmas y semillas", publicado por el diario Página 12, el 8/10/2014, la socióloga Norma Giarracca se explaya sobre el particular con su proverbial claridad:  "Muchos llaman 'modernización' a lo que primó décadas atrás e intentan imponer un sentido común acorde a las necesidades de los grandes actores económicos para mantener estos sentidos: 'modernización', 'progreso', 'desarrollo'. No obstante, 'el pensamiento social del siglo XXI' puso en cuestión tales sentidos e intenta desactivar el feroz proceso de privatización de la vida que están 'adornando' con tales consignas. Los epítetos no han faltado desde el otro lado: 'ambientalistas', 'luditas', 'fundamentalistas' y, paradójicamente, 'atrasados', calificativo que emana de quienes defienden ferozmente el paradigma ya perimido que brilló en el siglo XIX y comienzos del XX".

El interesado divorcio de presupuestos otrora indivisibles (política por izquierda y economía por derecha) perpetrado por la democracia de baja intensidad en curso  dificulta la necesaria diferenciación entre un discurso ideologizado que muere en el mero gesto y la inaceptable vigencia de un modelo sojero y extractivista de acumulación por desposesión. En las Tablas de la Ley del statu quo imperante rige un sobrevalorado mandamiento capaz de encorsetar los más nobles anhelos de cambio: La falacia de que hacer política consiste fundamentalmente en disputar espacios de representación en el Estado.

Así, el ADN de la década supuestamente ganada se compuso de sobrevivientes escarmentados en gestas anteriores (verdaderos jubilados de la utopía) y jóvenes en legítima procura  de un horizonte más justo (previsiblemente adherentes al espejismo de los ideales por los que lucharon sus mayores) Los primeros supieron seducir a los segundos apelando al mito del Estado en disputa, y convocándolos a generar una improbable "metástasis por izquierda en el organismo del sistema", operación que sólo pudo cuajar gracias a una empeñosa demolición de los puentes capaces de vincular este momento histórico con las numerosas experiencias de lucha precedentes protagonizadas por nuestro pueblo. De tal modo, muchos cuadros han transitado del  pensamiento revolucionario de ayer al pensamiento acrítico de estos días:  ¡Qué lejos está la renuncia a Perón de los diputados de la JP Regionales - cuando el General resolvió endurecer la legislación represiva - del gesto "sicristinista" que recientemente garantizara la sanción de la Ley Antiterrorista prescripta por la administración Bush! Se han desaprovechado tres turnos consecutivos al frente del gobierno para avanzar hacia la aprobación de una Asamblea Constituyente capaz de prorrogar el mandato de movimientos que se supone requerirían de más holgados lapsos de tiempo para practicar las transformaciones que proclaman - como ha ocurrido en Ecuador o Bolivia - con la triste consecuencia de que algunas conquistas encomiables hoy dependan del favor del que vienen gozando candidatos que expresan ideas repudiadas en el "Argentinazo" de 2001.

A este respecto, en su ensayo "Política y Miseria. La relación entre el modelo extractivo, los planes sociales y los gobiernos progresistas", el investigador uruguayo Raúl Zibechi sostiene que  "...partiendo del grado actual de conciencia y organización no podemos eludir la relación Estado - movimientos, pero estos no pueden relacionarse con las instituciones de forma pasiva o instrumental, ni someterse a los intereses del estado y del capital".

La sinapsis entre el posibilismo de una porción considerable de la militancia oficialista y el simulacro que se monta desde el ejecutivo ha venido conduciéndonos riesgosamente hasta la encrucijada actual, signada por el imperio de los agronegocios y el extractivismo depredadores, con fuerte presencia de corporaciones trasnacionales. En su libro "El simulacro. Porqué el kirchnerismo es reaccionario", el ensayista Alejandro Katz lo describe así: "En tiempos en que las pertenencias partidarias y las identidades ideológicas son frágiles, y en que las personas actúan cada vez más como consumidores y menos como ciudadanos; en tiempos en los que el abismo entre la riqueza privada y la pobreza de los bienes públicos no deja de aumentar, en los que el voto se decide, mayoritariamente, por la coyuntura de la economía, el simulacro sirve al poder como un almacén de coartadas al que sus votantes acuden para elegir los argumentos que justifican su decisión".

El riesgo cierto de una regresión neoliberal

Penosamente, toda vez que de la lidia electoral no se despega ninguna voz audaz con chances ciertas de transgredir la norma ensayando caminos capaces de dar la espalda a un capitalismo que nunca ha sido más serio que ahora (exhibiendo las consecuencias ya descriptas), la naturaleza del dilema al que parecería condenar a buena parte de la militancia kirchnerista la trampa de esta democracia degradada parece conducir inexorablemente a una alianza con “el mal menor”, para no perderlo todo y plantar una barricada dispuesta a defender lo conquistado, con la grotesca consecuencia de terminar apostando por el candidato al que oportunamente desautorizaron con saña (a todas luces Caballo de Troya del Peronismo Federal agazapado en las sombras) En tal caso, de no producirse errores garrafales desde el Ejecutivo, el panorama de los tiempos venideros semejará a “más de lo mismo”, pero abandonando la épica exasperada en pos de un tono más conciliatorio, acorde a la correlación de fuerzas existente al interior de la expresión política que ha signado el período en curso.

Ante semejante escenario, acaso el mejor horizonte consista ni más ni menos que en animarse a transitar la incertidumbre de inaugurar un rumbo que nos aleje de este impiadoso sistema que nos siguen vendiendo como el único posible.-



A l@s amig@s y compañer@s kirchneristas honest@s
que mantuvieron un respetuoso intercambio político conmigo
en el contexto de extrema soledad que mis convicciones
me granjearon durante la "década ganada".


JORGE FALCONE

sábado, 1 de noviembre de 2014

Si el cine es el espejo de un país, porqué Hollywood continúa saturando nuestras pantallas…



Nuevo Nuevo Cine Latinoamericano 



Octavio Getino (Grupo Cine Liberación)
hace uso de la palabra en el Festival de Viña del Mar, Chile, 1967

¿Juráis que no filmaréis un solo fotograma que no sea como el pan fresco, que no grabaréis un solo milímetro de cinta magnética que no sea como el agua limpia?

¿Juráis que no desviaréis vuestros ojos, que no os taparéis vuestros oídos, frente a lo real maravilloso y lo real horrible de la tierra de América Latina y el Caribe, África y Asia de la cual estáis hechos, y de la cual sois fatalmente expresión?

¿Juráis que fieles a un sentimiento irrenunciable de liberación, de la justicia, la verdad, la belleza, no retrocederéis frente a la amenaza de los fantasmas de la angustia, de la soledad, de la locura y seréis fieles antes que a nadie a vuestra voz interior?

Fernando Birri
Director Fundador de la EICTV, Escuela Internacional de Cine y Televisión, sobrenombrada de Tres Mundos: América Latina y el Caribe, África y Asia.

La primera mitad del siglo pasado significó un cambio de época en la cultura latinoamericana, que se expresó en una transformación profunda de la concepción que los habitantes de esta parte del mundo teníamos de nuestra identidad. Dicho período estuvo signado por la decadencia de la república oligárquica, la presencia de ‘la cuestión social’, la emergencia de los gobiernos populistas y desarrollistas, la frustración frente a los procesos regionales de modernización, así como la influencia del pensamiento europeo antipositivista y pesimista de fin de siglo. Desde la tercera década del siglo pasado, el ensayo latinoamericano y, posteriormente, la novela y el cuento rompieron con el positivismo predominante en el siglo XIX y su ‘visión de mundo’ basada en la idea de progreso, que contenía la propuesta de modernizar América Latina para convertirla en un nuevo Estados Unidos. Los ensayistas más representativos de esta nueva sensibilidad  son el argentino Martínez Estrada con su Radiografía de la pampa (1932), y el mexicano Octavio Paz, cuya obra más importante es El laberinto de la soledad (1950). Podría decirse que estos textos crearon el espacio imaginario y simbólico desde donde se desarrolló la literatura de Borges, Vargas Llosa, Rulfo, Onetti, y, en alguna medida, de García Márquez.

Es indudable que esta ‘cinematografía periférica’, como ha sido llamada, está experimentando un período de crecimiento, diversificación y maduración. Podría decirse que el cine latinoamericano vive su época de mayor desarrollo, puesto que cuenta con una veintena de directores cuya calidad se ha reconocido en nuestra región e internacionalmente. Así lo muestran los premios obtenidos en importantes festivales internacionales, la opinión de la crítica y la respuesta favorable de los espectadores.

En nuestra latitud, las cinematografías más importantes - por calidad, volumen de producción y afluencia de público - son la brasileña, la mexicana y la argentina. En segundo término, destacan la cubana, la colombiana y la chilena.

Los éxitos de público han sido excepcionales en sus países. Se calcula, por ejemplo, que alrededor de 16 millones de brasileños vieron el filme Tropa de élite, tanto en DVD como en salas, el cual ganó el Oso de Oro a la Mejor Película, en la penúltima edición de la Berlinale; y Carandiru atrajo millones de espectadores. Amores perros tuvo una amplia distribución internacional que incluyó algunos países europeos, y permitió a su director realizar películas internacionales como Babel. En Argentina, el impacto en el público y la crítica de Relatos Salvajes fue considerable. Tony Manero obtuvo, recientemente, el premio principal del Festival de la Habana. Ha sido una de las películas más discutidas del cine chileno y recibió muy buena crítica en Francia y Estados Unidos. Más aún, telenovelas brasileñas como Avenida Brasil, realizadas por equipos de productores y actores de cine, han encontrado una gran teleaudiencia en Italia y China. La repercusión social de este cine se asemeja al que tuvieron en su época las películas neorrealistas italianas, que eran comentadas y ampliamente discutidas por el público, los medios de comunicación, e incluso en el parlamento. Sin embargo, como señalara oportunamente Octavio Getino, la resonancia de las películas latinoamericanas más exitosas ha sido casi siempre sólo nacional, en pocos casos regional, y su penetración en los mercados internacionales es aún limitada.

Este cine muestra sociedades con generalizados y profundos procesos de desestructuración, incertidumbre, pérdida de referentes y sentidos, sumidas en hondas crisis sociales y morales. Si hay algo que caracteriza a estos cineastas es el hecho de que se inspiran en las crisis que viven en sus respectivos países.

A la vez, la cinematografía en cuestión tiene un carácter testimonial, que la aproxima al cine documental. En estas películas la violencia muestra sus múltiples rostros. En algunos casos, se denuncia la desmesurada coerción estatal, pero también aparece la violencia opaca e impersonal de las condiciones sociales adversas. Estamos muy lejos del mito conservador del cine estadounidense tradicional, que es una celebración de la violencia que reproduce el orden social, mediante la captura o destrucción de los  ‘enemigos’, sean internos (antes eran indios y bandidos del western; hoy, gángster o delincuentes), o extranjeros (japoneses, alemanes, rusos, vietnamitas, y ahora musulmanes) Este cine presenta un doble carácter: Por una parte es ‘desmitificador’, pues muestra las sombras y miseria de las principales instituciones y representaciones sociales; y por otra, una visión de mundo dramática, donde los personajes están situados en un laberinto de conflictos sin solución o con trágicos desenlaces. En este sentido, su identidad se ha construido en contraste con la del cine tradicional de Hollywood, y en general, con un cine de ficción sin mayor relación con las condiciones e historias reales. Los guiones de casi todas las películas consignadas son presentados como interpretaciones fidedignas de sucesos reales, y el estilo de filmación es claramente realista.

Nuestro país posee, actualmente, más de 12.000 estudiantes de cine (una cantidad superior a la de toda la Unión Europea), y con algo menos de lo que a Hollywood le cuesta hacer una película de bajo costo, se ruedan en el país entre 50 y 60 por año (de las cuales una buena parte logra una espectacular repercusión en los mejores circuitos de premios internacionales) Si bien con otras particularidades, el fenómeno de reconocimiento y de aumento del número de realizaciones se da en otros países latinoamericanos, principalmente en Brasil y en México. En el primero de estos países, podemos citar el éxito (incluso comercial) de Central do Brasil de Walter Salles, y de películas que como Cidade de Deus de Fernando Meirelles-Kátia Luna (2002) o Amarelo Manga de Cláudio Assis (2002), promueven relecturas de los sectores excluidos de la sociedad brasileña de la mano de una agilidad técnica y destreza narrativa antes inaudita. ¿Estamos presenciando los efectos de una ola de nuevos directores y de experiencias cinematográficas antes extrañas en América Latina?

Tal vez sea útil recordar que, hacia 1959, cuando el término nouvelle vague ya estaba bastante afirmado en Francia, el afamado Chabrol declaró que el mismo no era más que una invención de la revista L’Express para definir de alguna manera una generación de nuevos directores, pero que, de hecho, no existía ninguna nueva ola y que si, en todo caso, esa nueva ola existía, lo importante era saber nadar. Quizás lo mismo pueda decirse de esta “nueva generación” latinoamericana, pese a los intentos de amalgamar o de dar un sentido unitario a la misma. En ocasiones, ese sentido se ha buscado en la demudada realidad social y política de América Latina. Así, Alfonso Cuarón liga la “explosión creativa” del cine latinoamericano con el fin de las dictaduras en la región. Según el mexicano, los grandes movimientos cinematográficos se sucederían unos quince años después de grandes cambios sociales. De este modo, así como el cine iraní habría logrado posicionarse tres lustros después de la caída del Sha, el cine latinoamericano se afirmaría luego de que pasara igual período de tiempo desde los cruentos Terrorismos de Estado de los años setenta y ochenta.

Más allá de concordar o no con dicha tesis, lo cierto es que el mexicano prefiere hablar de “explosión” para referirse a la nueva realidad cinematográfica de la región. La palabrita no es nueva ni ingenua. Por atrás de la misma se halla su par inglés, boom, que ya ha sido utilizado para explicar - o más bien para rubricar - la retumbante calidad de las producciones culturales latinoamericanas. Ya en los años ’60 tuvimos el boom de la literatura de esta parte del mundo: un fenómeno editorial que internacionalizó a los escritores que aún hoy en día (ya sea como modelos a seguir o a matar) continúan siendo los patriarcas de las letras latinoamericanas.

¿Pero este boom es hijo directo de la redemocratización de América Latina? Comparar el momento histórico-político del fenómeno literario de los ’60 con el que, aparentemente, correspondería al del cine actual no podría dejar de ser más revelador. El estallido parece ser el tiempo de lo promisorio. Por cierto, prestigiosos críticos y teóricos de la región, como Ángel Rama, han explicado el mismo por variables que hoy serían envidiables: aumento masivo del público universitario y, por ende, de cierto refinamiento crítico; la existencia y auge de centros editoriales brillantes en Buenos Aires y México D.F., la promesa de cambio social que la Revolución Cubana del ‘59 aportó a la región.

Contra ese tiempo de la esperanza, el aparente boom del cine latinoamericano se da, obviamente, en circunstancias radicalmente diferentes. Los tiempos hoy, de hecho, son otros, y por su lacerada criba han pasado frustraciones, terror oficializado (Pinochet, Videla, Stroessner) y hasta una penosa guerra (Malvinas), sin hablar de una redemocratización formal y neoliberal que llevó ya sea al colapso económico (Argentina) o a un desarrollo que más bien parece aprovecharse de la desigualdad social antes que buscar erradicarla (los fragantes casos de México y de Brasil, este último decimosegunda economía mundial y, a la par, quinto país más desigual del planeta)

Ante este panorama, no llama la atención qué es lo que se respira en este cine. Tanto en La ciénaga, como en otras realizaciones - entre ellas la formidable Whisky de los uruguayos Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll - no sólo podemos encontrar referencias explícitas o laterales a la debacle latinoamericana, sino también adentrarnos en un clima viscosamente espeso y refractario a todo glamour. Por cierto, desde el uruguayo Onetti o el norteamericano Faulkner, ya sabemos que la descomposición y la precariedad son, estéticamente, más ricas que la armonía y la seguridad; una lección que este cine utiliza para corroer el aparente calmo velo de lo cotidiano y exponer, tras el mismo, la percudida y conflictiva trama social que esa cotidianeidad dejaba oculta. Así, no sólo se trata, en Martel, de la recíproca hostilidad entre padres e hijos, sino que esa reciprocidad se desplaza también a otras series, la de mujeres y hombres por ejemplo, o, incluso, a la de “indios” y descendientes de europeos: todo un conjunto de relaciones que la realizadora (des)teje a través de un saber no sólo de imágenes sino también discursivo, un claro saber sobre el diálogo entre géneros y clases sociales que nos lleva a preguntarnos si el “nuevo cine argentino” no podría descender del (trunco) deseo cinematográfico de Manuel Puig. Por otro lado, más allá de la impactante Cidade de Deus (por la cual Meirelles ha sido en ocasiones acusado de maquillar o “cosmetizar” la realidad social brasileña), Amarelo Manga de Assis, nos enfrenta frente a una Recife sórdida y a una vasta galería de personajes marginales exhibidos (al igual que Martel y a pesar de las diferencias formales) de manera impecablemente impiadosa (¿la regla?: intentar no caer en ningún cliché, en ninguna  tranquilizadora redención).

¿Estos trazos en común, confirmarían entonces que, de hecho, existe un boom del cine latinoamericano? Daniel Burman, director que con El abrazo partido (2006) logró el premio especial del jurado en el festival de Berlín, ha deslegitimado, por lo menos para el caso de nuestro país, esta idea. Más que de boom, una categoría que nada explica y que sólo percibe el fenómeno, habría que hablar - afirma - de espacios de resistencia. El boom, de hecho, no surge ex nihilo, y tendría que ver tanto con una historia de cine consolidada (que ha tenido, si se quiere, diversas eclosiones a lo largo de estas últimas décadas), como a políticas públicas de apoyo estatal (el caso del cine brasileño) o de fondos de fomento generados a partir de los propios ingresos de cine (el caso de Argentina).

Sin embargo, contra Burman, habría que decir que la caracterización del fenómeno como boom parece inherente al raudo proceso de internacionalización del cine latinoamericano. Por cierto, para el francés, japonés, o australiano que elige un “film argentino” (como podría elegir un “film coreano”, “un film mexicano” o un “film iraní”) se trata más bien de una apuesta por el cine de la diversidad - contrario a las leyes masificadoras de Hollywood - antes que una elección guiada por el conocimiento acabado de la génesis y razón de determinado cine “nacional”.

Lo indiscutible, en todo caso, es que América Latina está potenciando cada vez más su cine. Casi todos sus países han aprobado ya nuevas leyes cinematográficas, y los que no, las están preparando. Además, nuestro cine está triunfando. Triunfa en festivales, triunfa entre el público… Tiene una presencia cada vez más importante en las pantallas mundiales. Nuestro idioma viaja, y viaja bien. Debemos ver los unos las películas de los otros. Como en tantos aspectos de la vida cultural, acaso este remoto y castigado enclave del planeta constituya hoy uno de los máximos reservorios de vitalidad de nuestra especie. En tal caso, habrá que merecerlo.-


La imperdible comedia negra del boliviano Rodrigo Bellot

JORGE FALCONE

miércoles, 1 de octubre de 2014

De cuando la historieta nostramericana puso rodilla en tierra



NOVENO ARTE DE COMBATE

Con el padrinazgo del maestro Horacio Altuna, la segunda edición de Comicópolis, el gran festival de la historieta en la Argentina, puso nuevamente en relieve lo mejor de la historieta argentina, pasando de los 20.000 asistentes que reuniera en su primer edición a un récord de 90.000. Tal afluencia de fans, que también se dan cita año a año en la Comic Con (http://www.argentinacomiccon.com.ar/), nos recuerda la legendaria tradición con que cuenta - y el prestigio del que goza - el arte secuencial vernáculo.  Si algún orgullo atesora quien escribe estas líneas, al cabo de los más de 20 años de docencia ejercidos en la Universidad de Palermo, es el de haber propiciado en los albores de la primera década del Siglo XXI la creación de una de las primeras carreras universitarias de Diseño de Historietas de Nuestra América. En efecto, por entonces se logró reunir en el SUM de dicha casa de estudios a Andrés Accorsi (Director de la prestigiosa revista especializada Comiqueando), Pablo De Santis (escritor, guionista de cómics, y Jefe de Redacción de la legendaria Revista Fierro), y - en su carácter de madrina simbólica de la iniciativa - a Elsa Oesterheld (Abuela de Plaza de Mayo y viuda del mítico creador de El Eternauta) En mayo de 2002, habiendo colapsado Fantabaires (la cita de honor que  reunía anualmente a la mayoría de los autores y devotos de las tiras dibujadas), lanzábamos nuestras primeras Jornadas Universitarias de Diseño de Historietas con invitados de lujo como Quique Alcatena, Oscar Capristo, Judith Gociol, Eduardo Orenstein, o Andrés Cascioli. A partir de aquello, muchos de esos expositores desfilarían por la institución en carácter de docentes, sumándose a talentos como Ricardo Ferrari, Horacio Lalia, o Dante Ginevra. Vale la pena recordar que, a la hora de esbozar el programa troncal de la carrera, causó sorpresa que algún colega convocado para encarar semejante empresa se mostrase ignorante del rol que la aventura en cuadritos venía jugando en relación a las luchas emancipatorias de nuestro continente. Esta nota se explaya sobre el particular.


El compromiso de la expresión gráfica nostramericana con las luchas de la Patria Grande bien puede rastrearse a partir de las remotas xilografías del Cronista de Indias Inca Félix Guamán Poma de Ayala, pero contemporáneamente crece y se multiplica hacia los años de vigencia de la Doctrina de Seguridad Nacional prescripta por Washington y los respectivos Terrorismos de Estado que asolaron nuestro continente.

A riesgo de cometer imperdonables omisiones, aquí sólo consignaremos un puñado de ejemplos emblemáticos, no casualmente vinculados a fuertes industrias editoriales de la región.

Cuba


Elpidio Valdés, héroe máximo de las tiras cubanas, tras los pasos de José Martí

Acaso no exista en la isla socialista del Caribe personaje más popular entre el público menudo que Elpidio Valdés, protagonista de una serie de largometrajes de dibujos animados y tiras de historieta. Fue creado en 1970 por el dibujante y cineasta cubano Juan Padrón, considerado el padre de la animación cinematográfica cubana y director de los tres primeros largometrajes de tal rubro producidos por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos.

Elpidio Valdés representa a un coronel mambí que lucha por la liberación de su patria del colonialismo español, al mando de un escuadrón de caballería, encarnando a los campesinos cubanos que en el siglo XIX se unieron a esclavos, y algunos terratenientes para formar el Ejército Libertador.

Debe su apellido a Cecilia Valdés, protagonista de una novela cubana del siglo XIX. Este popular personaje se ha afianzado entre los niños y jóvenes cubanos como una expresión auténtica de su nacionalidad. Con su carácter jocoso, característico de los isleños, trasunta un fuerte amor a su tierra, propio del ejército libertador.

México


Vera Historia del Tío Sam, según Rius

Eduardo Humberto del Río García, nacido en Zamora, Michoacán, el 20 de junio de 1934, es un caricaturista, historietista y escritor mexicano que publica bajo el seudónimo de Rius.

Máximo exponente de lo que podría considerarse como historieta de corte costumbrista, los libros de Rius son característicos por ser escritos de manera informal, ilustrados con sus propias caricaturas y recortes de obras artísticas de otros autores, muchas veces intervenidas. Utiliza un lenguaje sencillo y coloquial para acercar el tema a los lectores no versados en el mismo. Su estilo es irreverente e incisivo. Ha publicado libros con temáticas de diferente índole, como son historia, filosofía, religión, y medicina popular con propósitos de divulgación.

Sus ilustraciones están realizadas con un trazo ágil y espontáneo, de ejecución rápida y directa, quizás a consecuencia de la velocidad a que se ve obligado a realizar su tarea, pero que dota a sus historietas de una frescura que singulariza su trabajo. Su grafismo se sitúa dentro de la línea realista, perfilando a sus personajes a partir del menor número posible de recursos; permitiendo a su vez al lector reconocer inmediatamente al político corrupto y al  trabajador honrado. Los fondos de las viñetas están resueltos a través de líneas sencillas.

Sus ideas son de contenido crítico. Durante la Guerra Fría fue un entusiasta apologista del bloque soviético. Rius libra una verdadera cruzada contra el sistema político mexicano y sus instituciones (Su majestad el PRI, Los Panuchos, Desde los cristeros hasta Fox), del consumismo (La droga que refresca), el imperialismo (Vera Historia del Tío Sam, La interminable conquista de México) y la religión en general (Manual del perfecto ateo, El mito guadalupano, El supermercado de sectas).

Chile


El Cuarto Reich, espionaje y represión paraestatal en Sudamérica

José Palomo Fuentes, más conocido como Palomo, es un artista gráfico chileno de larga trayectoria, que ha desarrollado su labor en diferentes disciplinas que recurren al dibujo como medio de expresión.

Alguna vez organizó una cooperativa con otros dibujantes de su generación, con la que a finales de 1960 editó La Chiva. Trascendió internacionalmente como autor de la tira El Cuarto Reich publicada durante su exilio de la dictadura pinochetista en México y en distintos periódicos de América Latina. Su obra se encuentra en varios libros y es cofundador de los periódicos mexicanos Unomásuno, La Jornada y Reforma.

Por su labor ha recibido distintos premios, entre otros el Von Pilsener, otorgado por el gobierno chileno, y en 1992 el gobierno del estado mexicano de Veracruz le concedió el premio de honor del Concurso Internacional de Humor Gráfico.

Brasil



Fradim, o el feroz sertao de Henfil

Henrique de Souza Filho, más conocido como Henfil, nació en Ribeirão das Neves el 5 de febrero de 1944. Fue un dibujante, novelista gráfico, periodista y escritor brasieño.

Al igual que otros dos de sus hermanos - el sociólogo Valek y el músico Chico Mario -, heredó de su madre la hemofilia, trastorno que impide la coagulación de la sangre causando que la persona sea más susceptible a la hemorragia.
 
Henfil creció en las afueras de Belo Horizonte, donde hizo los primeros estudios y una licenciatura en sociología en la Facultad de Ciencias Económicas, que dejó después de unos meses.
 
El estreno de Henfil como ilustrador se produjo en 1964, cuando comenzó a trabajar en la revista Alterosa en Belo Horizonte, donde creó La Fradinhos. En 1965 comenzó a colaborar con el periódico Diário de Minas, en la producción de caricaturas políticas. En estas publicaciones, sus personajes alcanzaron un gran nivel de popularidad. Ya involucrado con la política del país, en 1970 creó la revista Fradim, que tenía como su sello distintivo al diseño humorístico, satírico y crítico, con personajes típicos de Brasil.
 
Con la llegada de la censura a los medios de comunicación, y de los órganos de represión arrestando y torturando a los "subversivos", intensificó su actuación en los movimientos sociales y políticos brasileños resistiendo contra el régimen dictatorial que padeció Brasil. En 1972, cuando Elis Regina hizo una presentación ante el Ejército de Brasil, Henfil publicó una caricatura en la que enterraba a la cantante junto con otras personalidades que, a su juicio, intentaron congraciarse con el régimen de facto, cantantes como Roberto Carlos, el jugador Pelé y los actores Paul Gracindo, Tarcisio Meira y Marilia Pera.
 
También trató de seguir una carrera en Estados Unidos, donde pasó dos años en un tratamiento de salud. Como no tenía cabida en los periódicos tradicionales americanos, recurrió a publicaciones clandestinas.
 
Al cabo de una transfusión de sangre contrajo el virus del SIDA. Murió en Río de Janeiro el 4 de enero de 1988 víctima de complicaciones propias de la enfermedad, en el apogeo de su carrera. Su obra aparece en las principales revistas brasileñas.
 
Henfil fue uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores. Existen numerosos materiales destinados a dar a conocer dicha fuerza política así como material electoral ilustrado por él.
 
Argentina


Camote, la obra más comprometida
y menos conocida del guionista de El Eternauta

Camote es una de las series menos conocidas del talentoso guionista Héctor Germán Oesterheld - secuestrado y desaparecido el 27 de abril de 1977 -, ya que la escribió para la revista Evita Montonera, editada  en forma clandestina por la organización político-militar a la que pertenecía dicho autor.

Se publicó entre junio y diciembre de 1975 - bajo el asedio de la siniestra Alianza Anticomunista Argentina (AAA) - del número 5 al 10, y contaba las desventuras de un montonero que, forzado a la clandestinidad, toma contacto con otra militante, Celina, quien le da alojamiento en su casa; su padre es un sindicalista llamado Anselmo Godoy, que enfrenta a la burocracia sindical en la fábrica donde trabaja.

Mientras Camote convive con ella ayudando en las tareas hogareñas y se va enamorando de la joven, el padre de ésta es asesinado por los compinches de Fugazetti, un dirigente traidor a la causa. Entonces el militante toma como deber vengarlo: con dos compañeros de don Anselmo tiende una emboscada y elimina al oscuro personaje. Tal circunstancia lo obligará a despedirse de Celina yendo en busca de un nuevo escondite. Por razones de seguridad, en la historieta no figuran los créditos de los autores.
 
Aquí cabría destacar que - a diferencia de lo que ocurre en otros países de la región, donde el compromiso político de un autor es motivo de orgullo para la sociedad a que pertenece -, en el caso argentino, tal vez a causa de remotos desencuentros irresueltos, abundan los analistas de la profusa y originalísima obra de Oesterheld que opinan favorablemente sobre sus creaciones más populares, como Ticonderoga, Ernie Pike, o Mort Cinder… pero fustigan su compromiso explícito con la organización revolucionaria en la que revistaba cuando fue capturado por la dictadura, desestimando trabajos como Latinoamérica y el imperialismo, 450 años de Guerra (publicado en  la revista El Descamisado), La Guerra de los Antartes (producido para el diario Noticias) o El Eternauta 2 (saga escrita desde la clandestinidad en simultáneo con la desaparición de sus cuatro hijas, ficcionadas como personajes de dicha aventura) Al igual que ocurre con Walsh en el ámbito del periodismo, con Urondo en el de la poesía, o con Puiggrós en el académico, aún persiste la costumbre de reivindicar a estos intelectuales orgánicos como si se tratara de talentos individuales, ajenos a la causa que abrazaron hasta su último aliento. Qué mejor pues que la propia pluma de don Germán para ratificar que “el único héroe válido es el héroe en grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo", afirmación que vale para todos los artistas que reseña esta nota.-

JORGE FALCONE

lunes, 1 de septiembre de 2014

Mientras los candidatos se arrancan los ojos… las corporaciones del agronegocio consolidan su “Patria Grande”

2015: GATOPARDISMO A LA VISTA


Berni aplica mano dura para disputar Buenos Aires por derecha

En el campo argentino hay un pasatiempo consistente en revolear un hueso cuadrado de vaca (taba), apostando la suerte a que caiga “cara o culo”. A la hora de aventurar el futuro inmediato de la Patria, en criollo se diría que “la taba está girando en el aire”.

Pero – obviamente – se  puede ser menos metafórico. Hoy los candidatos a presidente que más cotizan son el intendente de Tigre, distrito ubicado al norte de la Pcia. de Bs. As. (Sergio Massa: peronista liberal y aggiornado a la post modernidad política, que rompió públicamente con el oficialismo y pretende liderar la oposición), y - casi cabeza a cabeza - el gobernador bonaerense (Daniel Scioli: peronista ortodoxo que a lo largo de una década soportó estoicamente todo tipo de vejámenes de parte del oficialismo… sin romper) Como se ve, ambas opciones prometen distintas variantes de regresión conservadora. Si la primera parecería volcarse más hacia el republicanismo norteamericano, la segunda estaría más alineada con los demócratas, habida cuenta del compromiso de Scioli con las políticas de contención social encaradas durante el período en curso.

Al interior del kirchnerismo se proponen varios candidatos que no mueven demasiado el amperímetro, algunos de los cuales vamos a enumerar en orden de popularidad decreciente: Florencio Randazzo (Ministro de Transporte que carga con el mérito de haber modernizado los ferrocarriles… al cabo de numerosas tragedias en el sector), Sergio Urribarry (Gobernador de Entre Ríos que se propone como fiel continuador de Cristina), Agustín Rossi (Ministro de Defensa, ídem anterior), y unos pocos más que - dada su escasa llegada al electorado - ni vale la pena mencionar.

Si imaginamos una “izquierda kirchnerista”, advertiremos una inocultable competencia entre La Cámpora (agrupación juvenil que lideraría el hijo de nuestra presidenta, prácticamente resuelta a perder en 2015 y jugar como fuerza opositora referenciándose en el Ministro de Economía Axel Kiciloff, que hoy juega como abanderado de la opción Patria o Fondos Buitres), y el Movimiento Evita (colectivo multisectorial liderado por el Secretario de Economía Rural Familiar Emilio Pérsico, que acaba de lanzar su propio candidato a presidir el país, el ex canciller Jorge Taiana, a partir de una construcción que viene compartiendo espacios de militancia con la autodenominada “izquierda independiente”) La primera variante carece de independencia de criterio y sentido crítico ante las políticas en curso, y la segunda – de excelente relación con Scioli – aspira a presionar al oficialismo desde adentro para llegar a 2015 haciéndose con una buena cuota de poder institucional. Si bien es cierto que, en caso de triunfar en las próximas elecciones, existen posibilidades de que Scioli desconozca algunas supuestas conquistas de la “batalla cultural”, difícilmente desmonte los planes  sociales vigentes, ya que dicha política responde a un dictado del Banco Mundial. El límite relativo del ex motonauta consiste en que no reúne caudal suficiente para vencer sin aliarse por lo menos con una importante franja del kirchnerismo, en la que - como ya dijimos - se encuentra el Movimiento Evita, que en todo caso impulsa al menos desgastado de los candidatos en danza. No obstante (y este es un aspecto clave que buena parte de la militancia pretendidamente revolucionaria de Nuestra América se resiste a considerar), el ex diplomático estuvo hace poco en Beijing, en la reunión post G77+China, dedicada a profundizar lazos de "cooperación" entre dicho país y el nuestro. Verbigracia, la matriz económica sustentada en el agronegocio y la creciente gravitación del marxismo asiático de mercado en nuestro continente son presupuestos avalados por casi TODA la clase política del país.

Ante semejante panorama, la militancia verdaderamente antisistémica impulsa corrientes de opinión extra parlamentarias que denuncien tal statu quo, como ocurre con la Ley de Semillas, por ejemplo; que no avanzaría tan resueltamente si el ejecutivo no estuviera consolidando su prédica en favor de la coexistencia pacífica entre la economía agraria de mercado (sojeros) y la pequeña y mediana producción familiar, cuando es claro que uno de los nuevos paradigmas de este impiadoso capitalismo global consiste en someternos a partir de doblegar nuestra soberanía alimentaria.

Vale decir que, a ojos vista - y dado que la llamada centroizquierda es una “bolsa de gatos” y el trotskismo recién emerge desde algunos sindicatos de base -, desde el punto de vista partidocrático, en cualquier caso iremos para atrás y sin otra alternativa que la lucha, desafío que nos enfrenta a asumir la decolonialidad como madre de todas las batallas, y eso - más allá de la legitimidad de todos los reclamos sectoriales en curso - sigue exigiendo reconstruir un Proyecto Nacional en falta, para remontar una perspectiva de poder popular.-


Jorge Falcone

viernes, 29 de agosto de 2014

Seguimos arando el surco de los sueños...

LARGA CARRETERA CORSARIA :
DIARIO DE RODAJE EN ITALIA DEL DOCUMENTAL “EL PROFETA”

Durante el verano de 1959, Pier Paolo Pasolini recorrió la costa italiana, desde Ventimiglia hasta Trieste, al volante de un Fiat Millecento.  Un testimonio de dicho viaje consta en el libro “Larga carretera de arena”, del fotógrafo Philippe Séclier, del que nuestro filme en curso  toma referencias, invirtiendo el sentido de aquel periplo. Porque aquí se narra el regreso del poeta hacia nosotros. Y vaya si vuelve, que Italia y el mundo lo están redescubriendo, como lo demuestra la reciente mega muestra montada en su memoria en el Palazzo delle Esposizioni; el docudrama en curso a cargo de David Grieco (su viejo asistente en “Teorema”), interpretado por Massimo Ranieri; o la ficción del ítalo-americano Abel Ferrara, interpretada por Willem Dafoe, y estrenada en la 71° Mostra di Venezia. Nos enorgullece formar parte de esa ola oportuna e imparable.

12/7: Debut en tierras del carnaval (con Eolo jugando una mala pasada)


Asistente de Dirección y Director de Fotografía 
monitorean el registro del ingreso en vaporetto a San Marco (Venecia)

A primera hora del día reunimos la crew en pleno frente al Albergo Nettuno de Milán, cargamos los equipos y partimos a bordo de un Audi rentado hacia Mestre (la Venecia continental), a fin de hospedarnos en un bed and breakfast, y acometer nuestra segunda escala, San Marco (la Venecia insular)

A continuación registramos el periplo acuático a dos cámaras (una frontal y otra orientada hacia los laterales) Así comienza nuestra revisión de la vida y obra de Pier Paolo Pasolini, desde el enclave en que tanto revuelo produjeran sus polémicos filmes durante los festivales allí celebrados a lo largo de los años 60 y 70s.

Tras grabar algunas panorámicas de la plaza central y sus callejuelas aledañas, volvimos a nuestra residencia perseguidos por un feroz temporal. Allí nos entrevistó la periodista Paola Brunetta, integrante del portal CineForum. El imprevisto saldo de nuestra primera jornada de rodaje fue acopiar la melancólica imagen de una ciudad que se hunde en las aguas, hoy enardecidas por la tormenta.-

13/7: A la vera de la costa mediterránea (un par de horas varados en la ruta)


Director de Fotografía y Director del documental 
capturan la fachada de la librería que aludirá a Pasolini como escritor.

A las 10.30 dejamos Mestre atrás para dirigirnos a la localidad balnearia de San Benedetto del Tronto, en dicho trayecto nos aproximamos primero a la ciudad en que nació Pasolini (Bologna) y luego a aquella en que lo hizo Fellini (Rímini, cuna de filmes como “81/2” y “Ammarcord”) Media hora antes de llegar a destino, nos detuvimos a fijar en el capó de nuestro vehículo la versátil cámara Go Pro mediante cuyo lente gran angular grabamos el ingreso a la meta en cuestión, procurando registrar letreros que brindaran referencia geográfica, desde el comando por wi fi de nuestra cabina.

Arribando al cabo de siete horas (!) a causa de un prolongado  atascamiento vehicular, nos albergamos en el Hotel Bologna, y acto seguido concretamos el registro de los primeros inserts previstos: La vidriera de una librería, sobre la que aparecerá Pier Paolo leyendo alguna de sus poesías; el frente de un establecimiento educativo sobre una de cuyas ventanas se impondrá una imagen de Pasolini en su época de docente; y un coqueto boulevard que fundiremos con una secuencia del film Las Noches de Cabiria, de Federico Fellini, ambientada en un espacio semejante.

Culminada la agotadora jornada, cenamos mariscos junto al mar viendo caer con hidalguía a la Selección Argentina en disputadísima final contra Alemania, y ante una tribuna local de simpatías divididas.-

14/7: Hacia el sur de los ancestros (perseguidos por la tormenta)


Director de Fotografía, Director del documental, y Asistente de Dirección
registran el Cinema Margheritta que aludirá a Pasolini como cineasta.

La de hoy fue una jornada de viaje y confraternidad, porque teníamos por delante un periplo matacaballos, de San Benedetto a Vallo Lucano, adentrándonos ya - a través de Nápoles - en la región meridional que prefería Pasolini, a pesar de ser septentrional. De tal modo que aprovecharemos esta crónica para describir los talentos del equipo: Vale destacar que nuestra Productora Ejecutiva nos ha abierto camino con singular pericia, toda vez que en cada escala del periplo nos esperan albergues amables y prolijos, ha sabido resguardar el economato de rigor sin privarnos de disfrutar la sabrosa y suculenta comida mediterránea y, además, en esta oportunidad - acompañada del diario de viaje de Pier Paolo - nos ha venido comentando las opiniones que cada escala de las que estamos reproduciendo indujo al poeta y cineasta.

No obstante lo expresado, antes de partir a destino realizamos un registro frente al pequeño cine barrial Margherita (semejante al que utilizó Ettore Scola para su película "Cinema Splendor") en cuya marquesina sobreimprimiremos al polígrafo boloñés debutando en el Séptimo Arte, la torre de una capilla que probablemente utilicemos a la hora de presentar a la madre del mismo, y un sector de la campiña que encadenaremos con una secuencia del filme "La Ricotta"; allí también hicimos captura de sonido (rural y urbano) La circunstancia se prestó para poner en valor tanto el equipamiento técnico como la pericia que aporta nuestro Director de Fotografía, cuya autoexigencia siempre supera las expectativas puestas en él.

El resto fue grabar diversos tramos del trayecto, incluyendo bellísimos paisajes (soleados y lluviosos) mediante la cámara que viaja sujeta a la proa del vehículo. Aquí corresponde ponderar la atención puesta sobre la ruta, las habilidades al volante, y - sobre todo - el rendimiento de nuestro Asistente de Dirección, cuya actitud proactiva constantemente lo lleva a brindar la sugerencia justa para optimizar nuestra captura de imágenes. Con semejante mancomunión de esfuerzos era lógico que esta jornada culminara brindando en la trattoria La Botte de la localidad de Minori, en plena costa amalfitana, recorriendo alegremente callejuelas dignas de Fellini... y retornando en estado de ebriedad al Hotel Sette Bello.-

15/7: Sobreviviendo a Nápoles (con GPS infradotado)


Director de Fotografía, Director del documental, y Asistente de Dirección
acuerdan el encuadre del fresco de Sedile Dominova.

La de hoy fue otra jornada intensa y particular, porque la pasamos viajando, de Minori  a Castellammare, a través de serpenteantes y estrechísimos senderos en altura... un par de ellos conducentes a ninguna parte (merced a las recomendaciones de una itálica voz femenina más perdida que nosotros) Antes de partir, registramos un bellísimo contraluz marino a los efectos de sobreimprimir en él la figura de Guidalberto Pasolini, el hermano partisano que murió en la resistencia antifascista. Al cabo capturamos - nunca mejor aplicado el término... porque no les pedimos autorización - imágenes de un grupo de niños jugando en la playa, para relacionarlos con aquellos que otrora entrevistara Pier Paolo en su documental "Encuesta sobre el amor" sin que atinaran a responderle cómo viene un niño al mundo. Y por último nos llevamos el murmullo que las olas producen en un sitio al que todos desearíamos volver.

La siguiente escala fue Positano, que posee una playa aún más paradisíaca que la anterior, rodeada de acantilados y antiquísima arquitectura. Allí registramos la cúpula del templo que en nuestro periplo italiano más semeja a una mezquita, edificación escasa en la península. Este se alza frente al mar, pero en una laberíntica zona de urbanización vertical y difícil acceso. Hubo que acercarse a pie, subiendo y bajando empinadas escalinatas que nos dejaron sin aliento.

En camino hacia nuestra última cita del día, un bellísimo fresco estampado dentro de una antigua sociedad de operarios en Sorrento, detectamos una iglesita que simulaba un vitreaux pintado dentro de una ojiva en relieve, y resolvimos que allí presentaríamos a Susanna Colusi, madre del poeta boloñés, quien interpretara a su pedido a la Virgen María anciana de "El Evangelio según San Mateo". La tarea culminó más adelante con la grabación del citado mural, a fin de que funcione como contraplano del insumiso pensador, quien interpretara a un discípulo de Giotto en su film "El Decamerón". Pasamos la noche en el Hotel Europa del centro histórico napolitano, al que el único miembro italiano de nuestro equipo -  dada la sordidez de su entorno - definió como "un bello posto in mezzo alla merda".-

16/7: En la segunda Patria del Diego (recibidos con "Brasil, decíme qué se siente...")


Asistente de Dirección, Director del documental, y Director de Fotografía
acuerdan el encuadre de las ruinas de Terme di Baia.

Hoy la troupe más laboriosa del Séptimo Arte se permitió una tarde de esparcimiento... pero eso lo contaremos luego: Todo a su debido tiempo. Desayunamos en Castellammare repuestos del trajín de la víspera, y de inmediato pusimos proa a Pozzuoli, en procura de las ruinas del Imperio Romano exhibidas en el Parque Arqueológico Terme di Baia. Se trata de un complejo termal a base de aguas sulfurosas construido en el Siglo II A.C. para goce de la aristocracia, e incluye templos de adoración a Diana y Mercurio. Allí nos habíamos citado con un joven colega argentino conocido en los festivales del Movimiento de Documentalistas - el realizador cordobés Federico Molnar, autor del film "El Negro" -, a quien debemos el prólogo del que estamos realizando, narrado a nuestro director al cabo de un seminario compartido con el chileno Patricio Guzmán. Esta locación acompañará nuestra cita del llamado a la UNESCO que oportunamente hiciera Pasolini para que asumiera la responsabilidad de preservar los muros de Sana'a, que el realizador boloñés conoció filmando en Yemen del Sur. Allí también grabamos el cantar de los pájaros y las cigarras. Terminamos la visita registrando un modesto caserío vecino, que encadenaremos con aquel en que moraba Ninetto Davoli cuando conoció al enorme intelectual que nos ocupa. Concluido tal registro fuimos por el Audi en que circulamos y, cuando nuestra Productora Ejecutiva consultó "¿quanto costa?", se le respondió "a piacere"; entonces ofreció cinco euros, pero el cuidador devolvió dos y exclamó "nooo... cinque e troppo!". Así es Nápoles, y lo ratificó una vez más en trattoria del puerto, donde reconociendo nuestro acento... ¡los dueños clavaron en los altoparlantes el cantito con que nuestra hinchada relajó a la torcida brasileña durante todo el mundial!

Durante el fascinante trayecto en ferry continuamos registrando paisajes. Ya en aquella isla donde en los albores de la década del 60 se filmara "Appuntamento a Ischia", con Domenico Modugno y el dúo cómico Franchi-Ingrassia, nos dirigimos al pequeño Cine-Teatro Excelsior, cuya programación se llevó puesta la globalización, ya que se estrenaba la nueva entrega de "Transformers". Pero no nos importó, porque nuestro plan es sobreimprimir en una de sus vidrieras al inolvidable y adorado bufo local Totó, interpretando para Pier Paolo a Fray Chichilo en el filme "Pajaritos y Pajarracos". De manera que nunca mejor producido allí nuestro rescate de la cultura nacional de este país que tan cálidamente nos acoge, ni tan apropiado el subtítulo del filme que se exhibe ("L'era della stinzione"), toda vez que mediante este tipo de afirmaciones es como ha de conjurarse el embate del capitalismo salvaje.

Nuevamente satisfechos con la producción del día, y muertos de calor, dejamos las maletas en el Hotel Conte... y huimos a zambullirnos en las transparentes aguas del mediterráneo, paletear sobre la arena, y más tarde a degustar la exquisita pizza y pasta local, siempre coronada por la oferta de un lemoncello, cortesía de la casa. Los cinco estuvimos de acuerdo acerca de que, en la sexta silla vacía, el autor de "El Evangelio según San Mateo" cenaba con nosotros.-

17/7: Encuentro entre un joven novelista y un cineasta consagrado


Asistente de Dirección, Director de Fotografía, y Director del documental
se aprestan a ingresar filmando el predio en que se alza el Hotel Savoia 
donde alguna vez se hospedara Pasolini.

"Salgo del hotel. Llueve todavía un poco. Estoy solo. Solo, y llevo a dar una vuelta a mis dos ojos, más ingenuos y contentos de lo que hubiera creído. Solo: Yo e Ischia. Yo y miles de cosas, de personas. Todo nuevo"; así comienza Pasolini el capítulo "Aventura en Ischia" de la "Larga carretera de arena" que estamos reproduciendo en sentido opuesto: Bajando del norte industrializado al sur postergado. Tales palabras se le ocurrieron en el aristocrático Hotel Savoia de Casamicciola, enclave de la subyugante isla napolitana. No nos resultó fácil dar con el lugar, oculto como está ahora tras la identidad del Elma Park.

" '¿Hay algún personaje?' , pregunto al mastín que está al lado de la moto, con su gloriosa visera. Me mira, me sopesa, brota la complicidad, si no guiña un ojo poco le falta, cambia la cara de expresión, navega en un mar de sobreentendidos, llega a ser lo que verdaderamente debe ser, rodando hacia el más bajo grado de la picaresca, que, a fin de cuentas, es sublime. Con fabulación digna de Plauto, me murmura, como ausente: 'Está el conde Visconti' "; sigue el poeta y novelista boloñés, que aún no ha incursionado en el Séptimo Arte pero comienza a entusiasmarle. Nosotros decidimos reconstruir su mirada extasiada al ingresar a la mencionada villa termal. Optamos pues por un travelling in en punto de vista subjetivo (echando mano al steadycam de nuestro DF), como siempre a nuestro estilo: sin solicitar autorización alguna y dispuestos a salir huyendo si somos detectados.

"Mientras pienso las preguntas para Leopoldo Trieste, Amedeo Nazzari, Mitry, Manfredi, Monlaur, y los actores de teatro, levanto los ojos, y en el muelle de Casamicciola, junto a un tropel de sidecars, veo solo a Luchino Visconti. Me levanto y voy hacia él, llamándolo. Se vuelve: '¡Me habían dicho que me buscaba Pratolini!", exclama. Después de días de silencio, al fin puedo hablar un poco", remata el futuro director primerizo de "Accatone", en referencia al ya célebre realizador de "La terra trema". El recuerdo de la escena descripta nos despidió de aquel archipiélago de ensueño. A primera tarde encaramos pues el retorno en ferry a Pozzuoli, y al caer el sol nuestra Go Pro (que despierta la sorpresa de incontables choferes y peatones) ingresó a la Roma de Fellini y los grandes neorrealistas, almacenando en su memoria ese paisaje entre arcaico y cosmopolita, horas antes de filmar en el sitio donde el 2 de noviembre de 1975 se consumó la mascarada de silenciar definitivamente a un rebelde, atribuyendo ese crimen atroz a un alfeñique de 17 años.-

18/7: Mamma Roma (pisando la sombra de un rebelde) - Fin de rodaje en Italia


Director de Fotografía, Asistente de Dirección, Director del documental, 
Productora Ejecutiva, anfitriona Giussepina, y Asistente de Producción 
en la trattoria Al Biondo Tevere, ocupando la misma mesa 
donde Pasolini y su supuesto asesino cenaron la noche del crimen.

De paso por la exhaustiva muestra sobre Pasolini que ofrece el Palacio de Exposiciones de Roma, nuestra jornada final en Italia - falta reconstruir una ficción cineclubística en Córdoba, Argentina - comenzó en las inmediaciones del Coliseo, más precisamente en la Villa Celimontana (patrimonio cultural de esta ciudad y del mundo) dada la semejanza del predio con aquel donde Pier Paolo situó la acción de su film póstumo, adaptando un texto del Marqués de Sade a los estertores postreros del fascismo mussoliniano, y abjurando simultáneamente de la Trilogía de la Vida ("El Decamerón", "Las mil y una noches", y "Los cuentos de Canterbury"), ya que si en dicha saga buscó exaltar la fiesta de los cuerpos en el mundo campesino, en su último trabajo denunció la humillación de los mismos merced a la descomposición neo capitalista. Grabando en la citada locación recibimos la gratísima visita del sonidista siciliano Alessandro Lupó, socio de nuestro Asistente de Dirección en un proyecto de thriller en ciernes.

Por la tarde registramos el periplo a lo largo de la costanera de Ostia que realizaran en su velada fatal el joven marginal Pino Pelosi y el poeta boloñés. Nos detuvimos precisamente ante el Parque Literario "Pier Paolo Pasolini", modesto paseo cerrado que señaliza el sitio donde el talentoso intelectual habría sido emboscado y luego masacrado, muy probablemente por su constante vocación de denuncia de las grandes injusticias que sucedían en su país y el mundo, labor que siempre desarrollara señalando a los responsables con nombre y apellido. A no mucha distancia de allí, registramos una bellísima puesta de sol sobre el mar, que servirá de pizarra para sobreimprimir nuestras hipótesis acerca del caso en cuestión.

La última escala del día fue la legendaria trattoria Al Biondo Tevere, donde aquella trágica velada Pelosi y el director de "Teorema" comieron juntos. Allí tuvimos la fortuna de dar con Giussepina, la animosa señora que los atendió, quien gentilmente se sentó a la mesa que reservamos (la misma en que cenaron ellos) y contó por enésima vez todo lo que vio aquella noche, con calidez y emoción inaugurales. Más tarde la invitamos a brindar con champagne de la casa y le obsequiamos una versión de nuestro guión escrita en italiano y autografiada por todo el equipo. Así culmina el primer tramo de este modesto aporte cultural que sólo aspira a sumarse al aluvión reivindicativo que - tarde pero seguro - está mereciendo el legado de nuestro homenajeado. Acaso la originalidad del mismo consista en provenir de aquel Tercer Mundo en el que cifró su única expectativa de redención de la Humanidad.-