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Acaso hallen algo interesante en él quienes mantienen un compromiso de vida con la justicia y con la belleza.

domingo, 1 de enero de 2012

Cómics


EL CORONEL KURTZ DEL NOVENO ARTE
A Luciana Maruca, guionista

A lo largo del pasado año, la crisis económica global que afecta severamente al mundo capitalista trajo a la palestra una máscara usada como emblema por numerosos indignados del planeta. Esta remeda el rostro del legendario Guy Fawkes, conspirador católico inglés que sirvió en el Ejército Español de los Países Bajos y perteneció al grupo que planeó la Conspiración de la Pólvora con el objetivo de derribar el Parlamento con explosivos situados en las bases del edificio y asesinar al rey Jacobo I de Inglaterra, a sus familiares y al resto de la Cámara de los Lores. Él era la pieza clave: debía detonar los explosivos cuando los parlamentarios estuviesen reunidos. Finalmente fue arrestado el 5 de noviembre de 1605 y declaró que sus intenciones eran acabar con las persecuciones religiosas, negándose a denunciar a sus cómplices y siendo ejecutado en la horca. Esta historia prologa una de las cumbres de la novela gráfica contemporánea, “V de Venganza”, surgida de la pródiga imaginación del talentoso guionista británico Alan Moore. Fue justamente su adaptación a la pantalla grande la causa de la adopción masiva de la imagen en cuestión por parte de gran número de rebeldes antisistema. Vale la pena interiorizarse acerca de quién es el genial provocador que está detrás de tal fenómeno.

Prólogo: Antes de guionista escritor, y antes de ello gran lector


Hubo un tiempo pretérito al status de Noveno Arte, en que la banda diseñada era considerada una manifestación bastarda y plebeya. De aquel entonces apenas se conserva el apelativo universal de cómic para designar a una expresión de las artes gráfico-literarias que hacia los años 30 del Siglo XX ya no cultivaba tan sólo el grotesco o la sátira de costumbres. Culminando la primera década del Siglo XXI ya nadie duda de su calidad artística ni de su impacto social, y al igual que sucediera durante el mismo período con una animación dirigida a los adultos que viene abordando los temas otrora más impensables (la industria de la pornografía: "Princess", de Anders Morgenthaler) e incursionando en todos los géneros (testimonial: "Persépolis", de Marjanne Satrapi; documental: "Vals con Bashir", de Ari Folman), hoy se tornó espacio fértil para la experimentación literaria de autores de altísimo nivel, como el que nos ocupa en este artículo.


Alan Moore nació en Northampton (Inglaterra), el 18 de noviembre de 1953. Hoy es  conocido por su trabajo como creador y guionista de historietas para adultos. Ha recreado populares personajes de la cultura de masas (La Cosa del Pantano) y realizado a su vez complejas y extensas obras originales. Se lo considera una leyenda viviente del cómic y muchos de sus trabajos son considerados como grandes obras maestras de este medio. Su pasado, pintoresco y caótico, aunado a una actitud misantrópica y la intención declarada de convertirse en mago del caos, lo han vuelto célebre hasta el punto de que se ha transformado en un ícono, inmediatamente reconocible por su barba y cabellera largas y prominentes. 


La magia del caos es una moderna forma de magia en la cual la principal regla es que no hay ninguna regla. El mago del caos tiene permitido el uso de cualquier ritual o ceremonia, de cualquier sistema mágico o religioso, para conseguir un objetivo marcado por su voluntad, y evitar el usar los mismos métodos.
El mago del caos parte de la base de que la realidad no es más que un flujo de información desestructurada recibida por los sentidos y ordenada a través de la mente y los conceptos, que son adquiridos y modificables a voluntad. Gracias a esto, según esta filosofía, se puede modificar la realidad a voluntad.


El concepto de magia del caos fue creado por Austin Osman Spare y Peter J. Carroll. Criticaron las restricciones, la innecesaria complejidad y el rechazo a poderosas técnicas usadas por chamanes y brujos, por parte de la magia ceremonial tradicional. 


Moore trabajó primero para el mercado de su país en revistas como 2000AD o Warrior y, a partir de 1984, para el mercado estadounidense. En 2003, al cumplir 50 años, anunció su retiro del cómic mainstream para dedicarse a la producción en otros campos de su interés, pero continuó realizando esporádicos trabajos, especialmente para la compañía editorial America's Best Comics (ABC), creada especialmente para él por Wildstorm, subsidiaria de la DC Comics. A mediados de 2005, al entregar el último guión de The League of Extraordinary Gentlemen: Black Dossier, rompió definitivamente con Wildstorm y DC Comics. Sin embargo, su trabajo no se ha detenido y sigue desarrollando ideas para comics y novelas gráficas en muy diversos géneros, así como proyectos literarios y dentro del performance.


Políticamente se declara anarquista, ideología que refleja una de sus más aclamadas obras, V de Vendetta.


Auge y renovación del cómic


“Quiero decir, una de las tradiciones más antiguas de la magia es la tradición de los bardos -o al menos aquí, en Gran Bretaña-. Un bardo, tan sólo con palabras, podía hacerte cosas mucho peores de las que un mago podía. Sí, un mago podría maldecirte si le ofendías. ¿Y qué iba a hacer eso? Que algunas de tus gallinas pongan huevos raros, o que se te agrie la leche, o que tengas un bebé con un pie deforme: se puede sobrevivir a estas cosas. Pero si un bardo te satirizaba, y la sátira era lo bastante buena, podía destruirte ante tus propios ojos, y si era una sátira lo bastante acertada, si era lo suficientemente MORDAZ, podía destruirte ante los ojos de tus amigos, tu familia, tus contemporáneos. De hecho, si era una sátira lo bastante buena, podría ser recordada cientos de años después de que hubieras muerto. La gente seguiría riéndose de ti, y de tus parientes, cientos de años después de que murieses. Te habrías convertido en una vergüenza para toda tu línea de sangre”.


Alan Moore


Hoy constituye un lugar común de la cultura contemporánea referirse a la crisis universal del relato. La misma atraviesa todas las artes, con particular impacto en los países centrales. La fábrica de sueños hollywoodense no ha resultado inmune a tal fenómeno, como lo prueba su sostenida clonación para la pantalla grande de exitosas sitcoms televisivas (Súper Agente 86, Los Ángeles de Charly, Sex and the City), videojuegos (Tomb Raider, Resident Evil, Alone in the Dark), y últimamente - en forma paroxística - cómics (Spiderman, Garfield, X-Men, 300, Spirit) En menor medida, la industria de la historieta norteamericana también ha experimentado un empantanamiento de su tradicional creatividad, viéndose obligada a reclamar durante la década de los 80s la afluencia de notables creadores provenientes del Reino Unido, entre los que se cuentan el propio Moore y acaso su más talentoso discípulo, Neil Gaiman (Sandman), quien directamente se mudó al gran país del norte, circunstancia que satiriza en su novela “American Gods”, en la que un connacional advierte que no sólo ha migrado con su familia sino con las deidades de sus mitos y leyendas de infancia a cuestas, que comienzan a vagar desorientadas por la Quinta Avenida de Nueva York.


Así como en los albores de la década del 60 un guionista argentino de la talla y erudición de Héctor Germán Oesterheld (El Eternauta, Mort Cinder, La Guerra de los Antartes) ofrece al Noveno Arte el máximo relato de nuestra narrativa fantástica trasladando el escenario de la aventura a los rincones más transitados de Buenos Aires y construyendo un héroe colectivo basado en el protagonismo de la gente común, el norteamericano Frank Miller hará lo suyo en los 80s renovando el clásico BatMan detectivesco de Bob Kane para convertirlo en el sicótico justiciero solitario de su saga “Dark Knight” (luego adaptada al cine por Tim Burton, y ahora por Christopher Nolan), y otro tanto quedará a cargo de los exquisitos británicos Gaiman (con Spawn) y Moore (con Hellblazer), por citar unos pocos ejemplos.


Personalmente, quien firma este artículo - cultor disciplinado de ambos escritores - de un tiempo a esta parte advierte que el discípulo se ha integrado con cierta condescendencia a la adocenada industria del entretenimiento norteamericano (basta con citar dos de sus recientes y fallidas adaptaciones al cine, como “Mirror Mask” y la lamentable “Stardust”, que arruina una estupenda novela gráfica) Sin embargo no ocurre lo propio con su maestro, el hirsuto ermitaño antisistema al que dedicamos estas líneas, celoso hasta la obsesión de sus producciones, enemigo de firmar adaptaciones cinematográficas miserables como la que sufrió su “Liga de Caballeros Extraordinarios”, y recluido en su solar de origen junto a una compañera de vida capaz de ilustrarle un tributo a la pornografía folletinesca del Siglo XIX. Acaso por ello el título de este texto lo compare con aquel excéntrico coronel renegado de su tropa de origen - durante la invasión imperial al sudeste asiático - concebido por Francis Ford Cóppola para su descomunal y caótico filme “Apocalypse Now”. Definitivamente, el genio de Northampton tampoco comulga con las mieles baratas que la fama ofrece a su gremio.


Estudio de casos


 “Habiendo hecho Watchmen... y en particular, From Hell... sentí que quizá estaba llegando al límite de lo que podía entender escribiendo racionalmente; sentía que si iba a seguir escribiendo, tenía que dar un paso más allá de lo racional, y la magia era el único área que ofrecía losetas en el suelo después de dar el paso. Y también parecía ofrecer una nueva forma de ver las cosas, una nueva serie de herramientas para continuar. Sé que no podía seguir haciendo Watchmen una y otra vez, más de lo que podía seguir haciendo From Hell una y otra vez”.


Alan Moore


A quien suponga que la ponderación que aquí se ejerce sobre la obra de Alan Moore resulta algo exagerada le recomendamos revisar por lo menos cinco de los trabajos que escribiera como autor, a saber:


V de Vendetta (1982-1987) es una novela gráfica formada por una serie de diez comic books escritos por Alan Moore e ilustrados en su gran mayoría por David Lloyd, este último también llevaría a cabo las labores de apoyo en el concepto y en el guión. El argumento de la serie está situado en un futuro distópico de finales de la década de los noventa (la serie fue creada en los ochenta). La historia está ambientada en Gran Bretaña tras una guerra nuclear parcial, con gran parte del mundo destruido. En este futuro, un partido fascista llamado Norsefire (Fuego nórdico) ostenta el poder en el Reino Unido. Un misterioso anarquista revolucionario apodado "V", oculto tras una máscara de Guy Fawkes (ácrata verdadero que oportunamente intentara volar el parlamento británico, una de las frecuentes referencias históricas a que apela nuestro autor), empieza una elaborada y violenta campaña con el fin de derrocar el gobierno e incitar a la población a adoptar una sociedad anarquista.


Watchmen (1986-1987), cuya acción se desarrolla en el año 1985, en el marco de una ucronía en la que los Estados Unidos están a punto de entrar en una guerra nuclear con la Unión Soviética, relata la historia de un grupo de superhéroes del pasado y del presente y los hechos que rodean el misterioso asesinato de uno de ellos. Watchmen presenta a los superhéroes como gente corriente que debe enfrentarse a sus propios conflictos éticos y a sus problemas personales, que lucha contra sus trastornos y fracasos y que, con la notable excepción del Doctor Manhattan, carecen por completo de superpoderes. Otros autores han abordado con distinta suerte el mismo planteo: Stan Lee, proponiendo un superhéroe ciego como Daredevil o mutantes discriminados como los X-Men, el filme de culto “Mistery Men”, o más recientemente el largo animado de Disney “Los Increíbles”. Pero nunca antes  ni después de Alan Moore el arquetipo convencional del superhéroe fue llevado hacia extremos tan patéticos e ideológicamente brillantes de deconstrucción


From Hell (1989-99) es una serie limitada de historietas realizada por el guionista Alan Moore y el dibujante Eddie Campbell, que especula acerca de la identidad y motivaciones del enigmático asesino Jack el Destripador. Su título procede de las primeras palabras de una carta anónima que fue enviada a la prensa en 1888, simultáneamente a los crímenes, y que pudo haber sido escrita por el propio asesino. Con un perfil tan contracultural como la anterior, que demuele a la era Nixon en los EEUU, esta obra está minuciosamente documentada para proporcionar verosimilitud a la historia, e interpela frontal e impiadosamente a la monarquía británica. A juicio de este modesto escriba, los tres títulos enumerados hasta aquí comparten el status de haberse convertido en las adaptaciones cinematográficas más dignas del guionista en cuestión, pese a su proverbial desprecio por dicha traslación.


La liga de los caballeros extraordinarios (1999-2000) es una serie de cómics creada por Alan Moore e ilustrada por Kevin O´Neill. El guionista británico consuma aquí una de sus operaciones predilectas, con la que insistirá en la experiencia siguiente: Reúne varios  personajes originados en la literatura clásica de misterio y aventuras (Alan Quatermain, de “Las minas del Rey Salomón”; Mina Harker, de “Drácula”; El hombre invisible, de la novela homónima; Dorian Grey, ídem; el Capitán Nemo, de “20.000 leguas de viaje submarino”; Dr. Jekyll, de “El extraordinario caso del hombre y la bestia”, etc.) y los ambienta en la Era Victoriana, funcionando como una suerte de “Liga de la Justicia” con sede en el Reino Unido.


Lost Girls (1991-2006) es una novela gráfica de corte erótico escrita por Alan Moore y dibujada por Melinda Gebbie. Narra una nueva historia de Alicia (de Alicia en el País de las Maravillas), Dorothy (de El Mago de Oz) y Wendy (de Peter Pan). Los tres personajes se conocen ya adultos en un remoto hotel de Los Alpes suizos y se involucran mutuamente en una serie de aventuras sexuales en el marco de una sociedad decimonónica muy reprimida y conservadora. Los primeros seis capítulos se publicaron en una antología de la revista Taboo, pero no se concluyó hasta mediados de 2006, en donde fue lanzada como novela gráfica. Es el fruto de los casi dieciséis años de trabajo conjunto de Moore y Gebbie, quienes además han sostenido una relación sentimental que confluyó en el anuncio de su matrimonio en 2005. Por su temática, la publicación del libro fue polémica y no ha estado excenta de dificultades. Acaso con este ejemplo estemos hablando de uno de los picos más altos en materia de encuentro entre literatura y cómic, que promete ser emulado con una obra en ciernes, en la que Moore estaría reelaborando el mito de “La Bella y la bestia”.


Epílogo: A cada lenguaje su medio original


“Haces un trato con el mundo del comercio: tu pones un techo sobre mi cabeza, me das dinero, pagas mi hipoteca, llevas a mis hijos a la universidad, y yo sigo con la boca cerrada y haciendo dibujos para la portada de las cajas de cereales o lo que sea. Es todo ‘entretenimiento’, y no pienso que el Arte trate acerca del ‘entretenimiento’ ".


Alan Moore


En la página 23 del quinto ejemplar en castellano de la célebre revista Fangoria hay un artículo dedicado a la fallida traslación a la pantalla grande de otro genio de la literatura fantástica, el creador de “Los Mitos de Cthulhu”. Su título, suficientemente explícito como para comprender la dificultad que encierra transpolar a un escritor especializado en crear climas imponderables y ominosos a un lenguaje tan categórico e inapelable como el del cine, es H. P. Lovecraft: EL INADAPTABLE. A esta altura de las numerosas experiencias fallidas que acumula el homenajeado en esta nota podríamos concluir dedicándole un apelativo semejante. Aunque más no sea por el respeto reverencial que nos merece su encomiable decisión de consagrarse  exclusivamente a la banda diseñada, dueña de un lenguaje tan autónomo como el del propio Séptimo Arte. Loada sea pues, esa intransigencia, que a los ojos de muchos lectores resulta antipática, si su cometido final consiste en arrebatar de las fauces de la sociedad de consumo obras que no han sido concebidas para un instante fugaz de pochoclo y fila veinte.-


JORGE FALCONE
Fundador de la Carrera de Diseño de Historietas de la Universidad de Palermo